Las cifras del LC 500 Cabrio, el Lexus más espectacular: V8, 15 segundos y 155.000 euros

El modelo lleva un paso más allá el concepto Omotenashi de la marca, u hospitalidad, buscando ofrecer a la vez lo máximo en confort, tecnología y sensaciones dinámicas, envueltas en una capa de atrevido diseño. «Es, sin duda, nuestro modelo más aspiracional», abunda Pieltain. Y eso empieza en el diseño, protagonizado por una gran parrilla frontal que prácticamente cubre todo el ancho del capó, y unos intrincados grupos ópticos delanteros y traseros que parecen obras de artesanía.

El corazón del LC500 Cabrio, desvelado en el pasado Salón de Los Ángeles, es un motor V8, sin opción, tanto por motivos estructurales como de enfoque de producto, a la motorización híbrida que copa la mayoría de las ventas de su hermano sin capota, el LC 500 Coupé. Este motor, asociado a una caja automática de diez velocidades Direct Shift, «ofrece las sensaciones que los clientes de un cabrio buscan», en palabras de Aurelio García, responsable de marketing de Lexus.

Así, necesita de menos de cinco segundos para alcanzar los cien kilómetros por hora, con una punta de 270 kilómetros por hora, y se extira hasta las 7.100 revoluciones por minuto. Pero también puede circular a cien kilómetros por hora a tan solo 1.300 rpm, ofreciendo sensaciones más sosegadas y un consumo reducido, que según la homologación, se sitúa de media en torno a los 11 litros por cada cien kilómetros.

Su ronroneo será un protagonista especial de la conducción, puesto que Lexus ha instalado un sistema «sound generator», un laberinto de tubos y válvulas que transmiten las frecuencias del motor al habitaculo. Además, incopora un cancelador de ruido que eliminan las frecuencias no deseadas. Un selector de modos de conducción, con cuatro opciones, modula la respuesta tanto del motor como del cambio y la suspensión adaptativa, que ofrece 650 niveles diferentes de dureza y ha sido especialmente desarrollada para el LC 500 Cabrio.

Junto al motor, lo que los conductores del LC500 Cabrio más disfrutarán es la capota. Y aquí Lexus también ha alcanzado cifras notables, puesto que se despliega y pliega en apenas 15 segundos y no resta maletero. Además, se puede capotar aunque se circule, a velocidades de hasta 60 kilómetros por hora. Dicha capota está formada por tres capas para garantizar el máximo aislamiento: una exterior de metacrilato, una central de goma para evitar la humedad y el agua, y una tercera de fibra de tela. Ésta última va además recubierta de cuero, integrándose en la estética del habitáculo.

Un habitáculo, por lo demás, muy refinado. Puesto a punto por los artesanos takumi en la fábrica de Motomachi, la misma que produjo el LFA, el cuero es el elemento dominante, presente desde en la palanca para abrir los asientos o las manetas y, por supuesto, en los asientos, rematados por el logo de la marca. Otro ejemplo de que Lexus ha cuidado los detalles es que ha instalado un sistema de climatización cervical para cuando se circule descapotado, que envía aire caliente a la zona del cuello. Se trata de un sistema con tres niveles de regulación y flujo ajustable para cada persona.

El LC 500 Cabrio se ensambla sobre la plataforma GAL, la más puntera de Lexus, y su motor es delantero, pero la tracción es trasera. Aunque aún queda para que nos podamos subir a bordo, Lexus nos ha asegurado que se ha trabajado especialmente para minimizar la sonoridad percibida en el habitáculo hasta velocidades de 140 kilómetros por hora. A cambio, eso sí, el cortavientos -bastante pequeño- es fijo, por lo que no se puede plegar.

Igualmente se ha trabajado en reforzar la rigidez estructural, por definición el punto débil de los cabrios, mediante el uso intensivo de acero de alta resistencia y aluminio. Pero para que el peso no se dispare, también se ha recurrido a la fibra de carbono, en áreas no críticas, como los paneles de las puertas o el maletero. De esta forma, se ha conseguido que el peso apenas se incremente en unos cien kilos respecto al modelo Coupé.

También se ha recurrido de forma intensiva a la tecnología. Así, un sistema electrónico reconoce las carreteras reviradas y facilita la selección de marchas cortas, para una mejor tracción. También se ha recurrido al big data a para optimizar el régimen de revoluciones para los cambios de marcha. Y se incorpora un diferencial Torsen de deslizamiento limitado que distribuye la fuerza de tracción de manera óptima entre las ruedas izquierda y derecha.

El sistema de infoentretenimiento está protagonizado por una pantalla de 10,3 pulgadas y un sistema compatible con Android e iOs. El conductor además controlará la conducción mediante un cuadro de instrumentos digital de 8 pulgadas inspirado en el LFA, y un head up display con proyección directa sobre la luna.

En materia de seguridad, incorpora el sistema Lexus Safety System+, con precrash y numerosos sistemas de asistencia. Además, se ha diseñado un airbag lateral con mayor nivel de protección -para suplir la imposibilidad de instalar airbags de cabeza-, y dispone de barras antivuelco que se despliegan automaticamente, invisibles en el uso cotidiano.

El Lexus LC 500 Cabrio, ya disponible en los concesionarios de la marca, está a la venta desde 155.000 euros o 2.300 euros al mes, a través de la nueva opción de renting del grupo Toyota, Kinto One. Para los que busquen un producto aún más exclusivo, Lexus ha puesto a la venta una versión limitada con apenas 20 unidades de la Edición Regata, de la cual prevé vender solo una o dos en nuestro país. Para ella, el precio escala hasta los 160.000 euros, aunque los compensa con detalles propios. Uno de los más curiosos: su tono azul está creado por una docena de materiales diferentes, pero ninguno de ellos azul. «Es el resultado del reflejo de determinadas longitudes de onda», aseguran desde Lexus.