DS 4: lujo a la francesa en formato compacto

El modelo se ensambla sobre la plataforma EMP2 de PSA, profundamente actualizada, en cerca de un 70%, para dotarla de mayor ligereza y rigidez estructural. Destaca el cuidado diseño exterior, con un prominente capó y unas enormes llantas de 19 o 20 pulgadas. La firma lumínica es particularmente delgada, gracias a unas ópticas LED DS Matrix, faros matriciales y direccionales, de los que cuelgan los «DS Wings», que unen los faros a la parrilla.

La gama mecánica está compuesta por motores PureTech gasolina de 130, 180 y 225 CV; un diésel BlueHDI de 130 CV y una versión híbrida enchufable E-Tense de 225 CV, con capacidad para recorrer 55 kilómetros en modo eléctrico. Todas las motorizaciones se asocian a un cambio automático, sin que haya posibilidad de optar por una caja manual. En 2024 llegará además una versión 100% eléctrica. DS se ha comprometido a que todos sus nuevos lanzamientos sean desde ese año cien por cien eléctricos.

Durante la presentación internacional del modelo, en Chantilly (Francia), hemos podido probar el PureTech gasolina y la variante híbrida enchufable, en dos recorridos de unos 150 kilómetros. La opción enchufable ofrece una entrega de par inmediata y un comportamiento muy agradable, al tiempo que reduce notablemente los consumos, hasta el entorno de los 5 - 7 litros; mientras que la opción de gasolina brinda unas sensaciones más ágiles y deportivas, con un consumo, eso sí, que alcanzó el entorno de los diez litros a los cien.

Aunque ambas mecánicas son, en cualquier caso, bastante ágiles, el carácter de la suspensión -particularmente cómoda, gracias en parte a la tecnología DS Active Scan que, mediante una cámara, permite al sistema adaptarse con antelación a los obstáculos del terreno) y el tacto suave de la dirección invitan a una conducción más confortable que deportiva. Durante la misma, el confort de marcha es elevado, gracias también al excelente trabajo realizado con la insonorización. Un selector de modos de conducción permite gozar de un carácter más deportivo seleccionando el modo Sport, economizar con el modo Eco o decidir si queremos circular en modo cien por cien eléctrico en la variante E-Tense.

Las calidades son excelentes, tanto en las variantes DS 4 y DS 4 Cross de inspiración SUV -con protecciones plásticas en los paragolpes y barras en el techo, además del lettering Cross en los laterales- como en las deportivas Performance Line.

Hay tres niveles de equipamiento, Rivoli, Trocadero o Bastille. Los dos primeros permiten elegir opcionalmente el muy refinado acabado interior Opera, con cuero marrón criollo en los asientos e inserciones en madera de fresno en los paneles de las puertas, o también opcionalmente, un acabado que combina el cuero marrón criollo con gris galet, creando así un espacio bi tono. Los remates, por cierto, han sido realizados a mano por los artesanos de DS, en un proceso que, en el caso del volante, llega a requerir de hora y media. Además, DS ha desarrollado un nuevo material, carbono forjado, para rematar el volante en las versiones Performance Line. Cabe destacar, asimismo, detalles como la guantera central ventilada, que conserva frías las bebidas, o la posibilidad de que los asientos delanteros sean calefactados y ventilados. También se puede instalar, como opción, un amplio techo panorámico abrible.

Los tiradores de las puertas van enrasados en la carrocería, y se extraen mediante un toque. La zaga presenta una caída muy pronunciada, rematada por unas ópticas en forma de escamas que parecen talladas por láser. El diseño general, y sus grandes dimensiones para el segmento (mide 4,40 a lo largo y 1,83 a lo ancho) y hace que parezca un SUV, algo que se ve reforzado en la variante Cross, gracias, por ejemplo, a unos paragolpes y unas taloneras específicas. El interior, aunque no es tan espacioso como prometen sus dimensiones, cuatro personas viajarán con mucho confort, y el maletero, con 430 litros (390 el enchufable) es muy capaz.

En el apartado de infoentretenimiento, DS estrena en el DS 4 un nuevo sistema inspirado en los smartphones que, mediante widgets, permite un alto grado de personalización de las diferentes pantallas. Asimismo, ha instalado una segunda pantalla táctil en el túnel central de transmisión, el DS Smart Touch, que permite configurar una serie de iconos favoritos para un fácil acceso directo a, por ejemplo, la climatización de uno u otro asiento, llamar a un contacto frecuente o seleccionar nuestra emisora de música preferida.

También se puede personalizar el cuadro de instrumentación y el enorme Head up display que lo completa, disponible de serie desde el acabado Trocadero. Si bien el cuadro, o cockpit, resulta algo pequeño para lo que últimamente se estila en el sector. Se echa además de menos que dé, al menos como opción, algo más de protagonismo al indicador de la velocidad. Dicho esto, el Head up display sirve de complemento, dado que proyecta información en una diagonal de 21 pulgadas a una distancia equivalente a cuatro metros.

DS ha incluido también en el DS 4 lo último en asistencia a la conducción. Incorpora el DS Drive Assist, que ofrece conducción semiautónoma de nivel dos y, entre otras funciones, cámara de visión nocturna. En 2022 evolucionará a su segunda generación. Por ejemplo, permitirá adelantar de manera semiautomática o ajustar la velocidad a la que recomiendan las señales de tráfico de forma predictiva. El volante contará además con un sensor de agarre, con lo que bastará con tocarlo para que detecte que el conductor sigue pendiente de la conducción. Asimismo incorporará el asistente vocal Iris, capaz de reconocer y ejecutar órdenes en lenguaje natural.