Secciones
Servicios
Destacamos
Ángel Gómez Fuentes
Sábado, 8 de julio 2023, 03:32
Los coches pequeños parecen en vías de extinción. Este viernes se dice adiós al Fiesta, un modelo icónico. Llegó a ser el más vendido de Europa y será sustituido por un todoterreno eléctrico. Es una gran paradoja: los europeos conducen automóviles cada vez ... más grandes, mientras las familias del continente son cada vez más pequeñas, lo que tiene grandes consecuencias para nuestras calles y quienes las transitan. El último Fiesta, modelo que nació hace 47 años en Almusafes (Valencia) y fascinó a los europeos –se vendieron más de 22 millones de unidades en todo el mundo–, saldrá de la cadena de montaje en la planta de Colonia (Alemania) el 7 de julio. En Italia, un país que ama como pocos el automóvil, durante años el Fiesta fue, entre los vehículos extranjeros, el más vendido y elogiado por su «tecnología, montaje y aire deportivo». El Fiesta salió al mercado por 125.000 pesetas (751,25 euros). Ha tenido siete generaciones y ahora se vende por 21.583 euros, en su versión más barata. Ford lo despide para dejar espacio al Explorer EV, un SUV o todoterreno, cuyo precio inicial será inferior a 45.000 euros, según ha revelado extraoficialmente el fabricante estadounidense.
Hubo utilitarios que se convirtieron en iconos: el Fiat 500, Volkswagen Beetle (escarabajo), Austin Mini o el Citroën 2cv. Pero un Mini de hoy pesa el doble que la versión de antaño y es un cuarto más largo. «Desde el inicio del siglo, los automóviles vendidos en la Unión Europea han aumentado en más de 200 kilos, de promedio. Se han vuelto más altos, más anchos y más largos, sin llevar más pasajeros. Las ventas de automóviles pequeños en la UE se han reducido casi a la mitad desde 2011, mientras las de los todoterrenos se han triplicado», escribe 'The Economist'. Es decir, el número de familias que tienen que viajar con esos coches más grandes se está reduciendo. En Italia, por ejemplo, uno de cada tres italianos vive solo (al menos así consta en el registro civil) y el 11% de las familias con niños son monoparentales. Por lo tanto, los automóviles más grandes 'sirven' para muy pocos.
Mucho tiene que ver el marketing en la nueva tendencia de comprar coches más grandes. Para los fabricantes de automóviles es una ventaja, porque los venden a un precio más alto y aumentan los márgenes de ganancia. Así lo explica 'The Economist': «Es más fácil para los fabricantes trasladar los costos a los compradores de modelos grandes y costosos que a los más pequeños y baratos».
El problema es que las calles de nuestras ciudades no se han ensanchado y los automóviles más grandes son peligrosos para los peatones y ciclistas; si bien son más seguros para quienes los conducen, uno de los aspectos que se subrayan para venderlos. «Los SUV causan lesiones más graves que los automóviles más pequeños cuando golpean a los ciclistas y peatones, aunque sean todoterrenos, de última generación con un diseño estudiado para limitar su peligrosidad», según los estudios del Instituto Científico Independiente estadounidense (IIHS). Si los coches son más grandes, los aparcamientos escasean y aumentan las emisiones de gases contaminantes, «el adiós europeo a los coches pequeños –afirma 'el Corriere della Sera'–, es un mal negocio. Excepto para los fabricantes de automóviles».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.