Ebro arranca la producción en Barcelona de su S700

Desde ayer, la marca pretende alcanzar una producción diaria de 43 coches con dos turnos de trabajo activos. En 2025, en función de la demanda, y ante la llegada de las marcas chinas a la fábrica, se espera que el ritmo aumente, potencialmente llegando a duplicarse y alcanzar los 86 coches al día.

Según un comunicado que mandó la compañía «el comienzo de la fabricación significa la reindustrialización de la planta y la recuperación de los puertos de trabajo comprometidos en la mesa de reindustrialización en 2023».

El diario especializado 'La Tribuna de Automoción' afirma que, de las 730 personas que trabajan en la fábrica catalana, unas 200 están ligadas a la producción de los vehículos y 100 están adaptando las líneas de la antigua Nissan a Ebro, para cuando se haga soldadura y se pinten los vehículos.

El sistema de ensamblaje será lo que se conoce en la industria como Direct Knock-Down (DKD), lo que significa que las piezas vienen manufacturadas desde China –Los S700 se basan en la plataforma del Tiggo de Chery– y se ensamblan en Barcelona. En 2025 se espera que llegue el sistema CKD, en el que se soldarán y pintarán los componentes que lleguen a la fábrica.

Al ritmo de producción actual, es difícil que la marca llegue a las 1.400 unidades que se había fijado como objetivo para este año. Chery anunció que pospondría su producción del Omoda 5 en las líneas de Barcelona hasta finales de 2025, ante la imposición de los aranceles al coche eléctrico proveniente de china por parte de la Comisión Europea.

Ebro, de cara al año que viene, anunció en su salida a Bolsa el mes pasado que pretende «alcanzar su velocidad de crucero» con unas 30.000 matriculaciones al año. En 2029, cuando la fábrica esté en plena capacidad, ven factible superar las 130.000 unidades vendidas.