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Pedicura para mascotas: ¿uñas o zarpas?

Lo normal es que si el perro pasea mucho, las uñas se desgasten por el contacto con el suelo, sobre todo el asfalto o el hormigón, o que bien ellos mismos las limen excavando o rascando. Las uñas largas son más propias de perros que no pasean mucho o que lo hacen sobre superficie blanda. Los gatos, en cambio, suelen necesitar rascadores donde ellos mismos se afilan las uñas, más puntiagudas y sensibles que las de los perros. Lo que hay que tener claro es que cortar las uñas a una mascota no es como cortarle el pelo, no es solo una cuestión estética. En la base de sus uñas hay vasos sanguíneos que, si cortamos en exceso, pueden verse afectados y provocar una hemorragia. Y hay perros que tienen uñas blancas en las que se perciben esas venas y se pueden esquivar con facilidad pero en las negras, no.

Las uñas excesivamente largas pueden ocasionar problemas a los animales en el apoyo, derivando en problemas musculares e incluso en las almohadillas. Hay que tener especialmente cuidado en los espolones, que es el dedo que no apoyan en el suelo y en el que generalmente no desgastan la uña, por lo que si les crecen en exceso pueden llegar a clavarse en la propia pata, causándoles herida. No obstante, tampoco existe una medida estándar en cuanto a la largura puesto que hay muchas razas y cada una, por genética, será más o menos propensa a tener uñas largas o cortas. La mayoría de los perros pequeños también tienen uñas pequeñas pero hay perros grandes que también las tienen cortas. Lo esencial para saber si nuestra mascota tiene las uñas con una largura correcta, nos parezca o no que las tenga largas, es observar su pisada. Si el animal pisa bien, con todas las almohadillas en el suelo, en horizontal, sin que las uñas lo toquen ni les haga doblar la pata, están bien. «Si sobrepasa la altura de la almohadilla es que las uñas están largas», expone Carlos Bustillo, veterinario de la clínica Bustillo Veterinarios de Logroño.

«Las uñas son un tesoro»

«De ninguna manera se deberían manipular las uñas de los gatos porque se estresan muchísimo y es bastante negativo, salvo que su crecimiento sea tan exagerado que requiera acudir al veterinario para recortarlas. A veces la gente lo hace para evitar que rompan cosas y, al final, arañan igual y encima el gato se estresa. Las uñas para el gato, como animal cazador que es, son un tesoro», explica Carlos Bustillo, quien recomienda disponer rascadores para que los felinos puedan limarse las garras. «Cuando no los tienen utilizan algo que a nosotros nos puede enojar, como puede ser el sofá. Es muy importante que el rascador sea fijo, así los propios gatos se encargarán de cuidar sus uñas», aclara Bustillo.

«El caso de los perros es distinto y es raro que sea necesario cortarles las uñas. Siempre suele ser síntoma de animales que no caminan lo suficiente porque, de lo contrario, por el propio caminar se debería desgastar, por eso es más propio de mascotas de edad avanzada», considera Bustillo, quien señala los espolones como el punto sobre el que tener especial cuidado. Y, sobre todo, si creemos que hay que cortar, no hacerlo de cualquier manera porque podremos dañar al animal. «Es recomendable que se haga en una peluquería canina o en un veterinario porque hacerlo en casa tiene bastante riesgo», declara Bustillo.