Un gato posa junto a los adornos de Navidad. Diana Arconada

Gatos y adornos de Navidad, los enemigos íntimos

Los felinos encuentran en los elementos decorativos de esta época un irresistible juguete con el que hay que tener precaución para evitar accidentes domésticos

Diego Marín A.

Logroño

Domingo, 25 de diciembre 2022, 09:36

Los gatos son, sin duda, una especie singular. Como animales domésticos, son una mascota, pero independientes y, a veces, hasta enemigos de la decoración del hogar. Adentrados de lleno en la Navidad, lo normal es contar con adornos festivos y, si en casa convivimos con ... un gato, poder mantener estos elementos sanos y salvos puede ser un quebradero de cabeza. Y es que los felinos consideran casi todo una posibilidad de juego, y más si es una novedad colorida y luminosa. Al margen de la anécdota, lo cierto es que hay que ser precavidos porque se puede producir un desagradable accidente doméstico.

Publicidad

Sanicat, marca de arena para gatos, aconseja que, si colocamos un árbol de Navidad, este no sea real y que no sea excesivamente voluminoso, además de colocarlo estratégicamente para que la mascota no sienta la tentación de saltar sobre él desde otro mueble. En este sentido, para evitar peligros, se recomienda atar la punta del árbol al techo, además de que este tenga una buena base estable, y no usar adornos que se rompan (sobre todo, evitar el cristal) y colocar olores cítricos, como cáscaras de limón o naranja, en los alrededores para evitar que se acerque, pues pueden funcionar como repelentes naturales de los felinos. También existen adornos navideños específicos para gatos que estos pueden emplear sin problema como juguete, como los árboles de listones de madera o de fieltro a los que poder subirse sin riesgos, sumando a la casa un divertimento seguro para ellos.

En general, las recomendaciones son las mismas que para los niños pequeños. Rosa Roldán, educadora canina y felina de Perrygatos, aconseja evitar los elementos de plástico y cristal, como las bolas del árbol de Navidad, y optar por adornos de fieltro o cuerda. «Las cintas y espumillones brillantes de plástico pueden producir asfixia y obstrucciones intestinales en caso de ingerirlas. Hay que extremar las precauciones o, directamente, eliminar el riesgo si los animales se sienten irremediablemente atraídos a intentar jugar con ellas», aconseja Rosa Roldán. Lo mismo ocurre con las figuras del Belén. Cuando estamos en casa, más o menos podemos supervirsarlo todo pero… «Siempre que salgas de casa, hay que dejar al animal en un lugar seguro, alejado de los peligros y evitar encontrarte un disgusto a tu vuelta», advierte Roldán.

«Instinto cazador»

También hay que tener precaución con las típicas ramas de muérdago, acebo y la flor de Pascua, tóxicas para las mascotas. En este sentido, el gástrico, hay que tener especial cuidado en Navidad con los dulces, que siempre están más a mano. Un atracón de chocolate en una mascota, por descuido, puede producir un intoxicamiento puesto que los animales metabolizan peor el cacao.

María Victoria León, veterinaria y presidenta de la asociación Colonias Felinas Logroño, reconoce que es muy difícil mantener intacta la decoración navideña en la casa donde viva un gato. «A los gatos les llaman mucho la atención las bolas y el espumillón, que es peligroso si se comen un trozo largo porque producen obstrucciones intestinales. Y si muerden las luces les puede dar un chispazo, se puede quemar la lengua y asustarse», advierte María Victoria León. También señala el peligro de las figuras del Belén, si se las comen, porque los felinos tienen el intestino muy estrecho, y como les gusta mordisquear las plantas y no distinguen lo tóxico, hay que alejarlos de las flores de Pascua. «Son animales acostumbrados a cazar pájaros y los adornos les pueden recordar su instinto cazador, por la novedad», expone León.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad