Arranca la 'Operación Mantita'

El bar La Casita de La Laurel ha iniciado una nueva edición de su 'Operación Mantita'. Hasta el 10 de febrero recoge mantas y comida para perros y gatos que donará a las asociaciones protectoras de animales de La Rioja y, a cambio, invitará a una bebida a los donantes. En la primera edición lograron llenar dos furgonetas enteras para donar.

José Ruiz González recuerda que ya llevan unos ocho años promoviendo esta campaña que consiste «en que damos una consumición a quien trae comida, una manta o cualquier artículo para animales, que después donamos a las protectoras, y aunque viene mucha gente, la mayoría no quiere tomar nada, no nos dejan que les invitemos». Y es que, al final, la mayor parte de la gente que acude a contribuir con la causa lo hace por ayudar a los animales abandonados y a las asociaciones que los cuidan valorando la iniciativa del bar La Casita.

Situado en plena Travesía del Laurel, especializado en tapas caseras, como la brocheta de pulpo y langostino a la plancha y la zapatilla de jamón ibérico, el bar La Casita, es, además, amigo de las mascotas. «El año pasado fue bastante bien, sobre todo reunimos bastantes mantas para pasar el invierno», recuerda José Ruiz. Y es que la iniciativa surgió años atrás, en un invierno que fue mucho más duro que el presente, para procurar calor a los perros y gatos de los refugios con mantas viejas o que ya no se usen y que se deseen donar. «Nosotros tenemos dos perros, dos dálmatas, y aunque son de raza, siempre hemos tenido la idea de adoptar, por eso hemos querido ayudar de esta manera. Y las asociaciones lo agradecen mucho porque necesitan mucha ayuda», explica José Ruiz. Y reconoce que cada vez que acuden a uno de los refugios y ven a los animales esperando a una familia «se nos rompe el corazón porque ves allí a los pobres...»

La 'Operación Mantita' es llamativa no solo por la recogida de comida y mantas para mascotas sino por la generosidad de los propietarios de querer recompensar los donativos con una consumición. Cabe recordar que La Laurel, en temporada alta, llega a recibir a 50.000 visitantes en una semana y se calcula que, al año, pueden ser más de un millón. La benéfica oferta, vista así, puede resultar arriesgada desde el principal foco turístico de Logroño. «No es nada arriesgada porque la mayoría de la gente que viene, aunque les invitemos a una consumición, a un vino, no la quieren, prefieren pagar. La mayor parte agradece la iniciativa. O simplemente vienen, donan y se van», advierte José Ruiz.

Ahora la campaña acaba de arrancar y apenas cuentan con unos sacos de comida para gatos y un par de mantas. «Hace tiempo también empezamos a recoger regalos para niños antes de Navidad, pero no funcionó tan bien. Las de los animales, mucho mejor», admite José.

• Temas
• Mascotas