¡Al agua patos... y perros!

Ante las olas de calor que se suceden en verano, además de procurar mantener nuestras casas frescas, ventilándolas a primera y última hora del día, también debemos tener en cuenta que a los perros, por ejemplo, también conviene pasearlos en las horas en las que el calor es menos intenso. Y ya no es solo por la temperatura a soportar, también por el suelo que pisan con las almohadillas de sus patas, que cuando es asfalto u hormigón puede quemar.

Si el calor aprieta, lo ideal es que los perros se puedan bañar porque, además, puede resultar un juego en el que divertirse. Es esencial, como en todo, no obligar a los animales, sí animar si tienen miedo para que lo puedan superar y tener paciencia. El lugar idóneo por sus condiciones es el embalse González Lacasa, pues desde hace unos años el Club Náutico El Rasillo cuenta con una zona acotada en la que es posible permanecer con mascotas.

El embalse González Lacasa es el único lugar de baño autorizado en espacio natural de La Rioja donde, además de socorristas en época estival, se realizan controles sanitarios de la calidad del agua. Allí podemos pasar una agradable jornada con nuestra mascota, pero tiene el inconveniente de la lejanía, pues a cambio de un precioso paisaje debemos desplazarnos unos 45 kilómetros desde Logroño.

Para el día a día, una buena solución son los ríos, incluso para los humanos. Durante el verano es habitual que la gente se bañe en el río Iregua prácticamente en todo su tramo bajo, desde el salto del agua del pozo Marrodana de Viguera, pasando por las cascadas de Alberite hasta la desembocadura en el Ebro, en Logroño. En general, en verano el Iregua baja estiado y es bastante seguro bañase en él, si bien hay que tener precaución cuando se suelta agua desde los embalses de Pajares y González Lacasa porque la corriente y la profundidad se incrementan de forma notable.

También existen pozas, como las de Arnedillo, Oja, Jubera y el Leza, piscinas naturales a menudo más pequeñas pero con más encanto. Al encontrarse en entornos naturales, podemos combinar el baño con un paseo. Y también existe la posibilidad de que las mascotas se bañen en los embalses, aunque con mucha mayor precaución porque en algunos está expresamente prohibido o es peligroso por los accesos.