El Gordo del regreso a la normalidad

Para el sorteo de este año, en el que Loterías reparte 2.520 millones en premios, está previsto que se llenen las 416 butacas previstas. Todavía se mantienen ciertas precauciones. Aunque también hay novedades: habrá más seguridad por temor a una acción ecologista extrema. «Dada su trascendencia mediática, se han establecido medidas de seguridad adicionales para evitar que se produzcan incidentes como en los museos», señaló hace unos días la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González.

El resto de los preparativos ya están casi ultimados. Los bombos y las bolas descansan desde hace unos días en las entrañas del coliseo musical. El bombo grande, de latón y bronce, pesa más de 850 kilos y ya tiene 16 años. En su interior, sobre las nueve de la mañana, se verterán las 100.000 bolas con todos los números que hay en juego. Este año se distribuyen 180 series, ocho más que el año pasado. Es decir, se han puesto a la venta 180 millones de décimos.

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Este bombo tiene una altura de 2,64 metros, un metro menos que el bombo pequeño, el que contiene las 1.807 bolas con los premios. Ahí está el Gordo, que vuelve a repetir 400.000 euros, que se quedan en 328.000 euros tras pasar por Hacienda. El segundo premio son 125.000 euros, de los cuales 17.000 euros son impuestos y de los 50.000 euros del tercero, hay que restar 2.000. Los 20.000 euros de los cuartos y los 6.000 euros de los ocho quintos están exentos de tributación. Unos premios que cantarán, como siempre, los niños de la residencia de San Ildefonso.