«Estaba mal en el trabajo, me ha venido Dios a ver»

Fue de los primeros en llegar a Muro del Carmen y su mayor ilusión era compartir con los dueños de la administración la noticias de que había sido uno de los agraciados. «¡Mira, mira Ángel me ha tocado, me ha tocado, es el mismo número.... gracias Ángel!», le decía entusiasmado mientras se fundía en un abrazo con su lotero.

En su caso la constancia ha tenido mucho que ver en que su vida haya dado un vuelco de la noche a la mañana. «El número 41.665 llevo jugándolo desde siempre, estoy abonado desde hace mucho y siempre me lo guardaban. Lo cojo siempre, pero sobre todo en este sorteo de la Lotería del Niño de Navidades..., algo me decía que tenía que seguir jugándolo y, mira,.. no me lo puedo creer que haya tocado, no me salen las palabras», decía entusiasmado, sin digerirlo todavía y sin saber qué contestar sobre el destino que le dará a los 200.000 euros embolsados.

«Tengo ya mis años, he trabajado mucho en la vida y ya no me planteo la baja por enfermedad, ahora directamente a ver si me dan el paro y me voy definitivamente, dejo de trabajar para empezar a cuidarme», resumía feliz.