¿Puedo retirarme con el dinero de la lotería?

Las preguntas ahora son: ¿lo que se gana da realmente para dejar de trabajar y vivir de ello lo que resta de vida o no? ¿Cuánto me tiene que tocar para poder alcanzar ese sueño? Pues bien, la respuesta no es sencilla y depende de múltiples variables, pero vamos a intentar dar respuesta.

Para empezar, tal y como ya publicaba Alba Cárcamo antes del sorteo de Navidad, la respuesta de los expertos es unánime: no. «Ganar la lotería no significa ser millonarios eternamente o estar en una situación holgada de por vida», recuerdan desde Finanzas Para Todos, plan de educación financiera puesto en marcha por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Pero aquí estamos en otro punto, en el de que todo es posible.

Partimos de la base de que un décimo del primer premio de El Niño deja 168.000 euros limpios (después de restar el 20% que se lleva la Agencia Tributaria, 32.000 euros). Ya antes del sorteo de Navidad, Paula Satrústegui, socia de Abante Asesores, hacía las cuentas con el objetivo de alcanzar los 3.500 euros al mes para gastos en una pareja -si nos toca la lotería queremos vivir bien- hasta los 90 años, edad situada ligeramente por encima de la esperanza de vida en La Rioja, que está en 79,58 años para los hombres y 85,4 para las mujeres.

Si queremos seguir ese mismo guion y supongamos que queramos vivir únicamente con el dinero de la lotería de El Niño el resto de la vida, necesitaríamos 42.000 euros al año, es decir, en cuatro años nos gastaríamos todo lo correspondiente a un décimo agraciado.

Así, ahora todo dependería de la edad del afortunado. Una pareja de 30 años necesitaría 2.520.000 euros para llegar hasta los 90 si establecemos en 3.500 euros mensuales su objetivo. Por lo tanto, debería haber comprado 15 décimos del 41665. Alguien de 40, por su parte, necesitaría 2.100.000 euros, dinero proporcionado por 13 décimos del primer premio; y a alguien de 50 le hubiera bastado con 8 décimos.

A partir de los 60, ya entran en juego otras variables como las pensiones. Si ponemos de ejemplo a una pareja en los que cada uno cobra 1.000 euros de prestación, solo necesitarían 1.500 del premio al mes para alcanzar su meta. De este modo, con el dinero proporcionado por tres décimos prácticamente llegarían al objetivo de vivir de lo obtenido en la lotería el resto de la vida.

Ya Alba Cárcamo en su artículo previo a la Lotería de Navidad avisaba de que hay que tener en cuenta igualmente que la familia media no la componen dos personas, sino 2,5. Sin embargo, se dejaban fuera fuera del análisis posibles hijos porque variarían mucho las cuentas en función «del número, la edad, el tipo de educación (pública, concertada, privada...)», precisaba Paula Sastrústegui, que apuntaba que con hijos la meta de retirarse —y vivir holgadamente— sería ya prácticamente inalcanzable.