Secciones
Servicios
Destacamos
Oinoz viene de la palabra vino en griego, viene de la tierra, del corazón, de unas viñas en un entorno soñado. Viene del primer trabajo de Carlos Moro en Rioja. Lo que desprende este Oinoz es frescura, elegancia.
Este vino es un crianza elaborado exclusivamente con tempranillo de viñas de zonas medias y altas en San Vicente de la Sonsierra y Labastida, como explica su gerente, Nacho Peral. «Son parcelas que hemos seleccionado por tener unas características diferenciadoras», explica y añade que lo que se buscan son «rendimientos más bien bajos».
Se trata de un crianza moderno criado en barricas exclusivamente nuevas, más o menos 50% francés, 50% americano. La añada 2014 fue una añada de maduración óptima y cuya vendimia fue bastante complicada por las lluvias, pero positiva en cuanto a la maduración de las uvas. Fue una maduración fina muy lenta aunque equilibrada, con episodios de lluvia, lo que hizo dilatar la vendimia a lo largo de todo el mes de octubre.
Oinoz proviene de viñedos viejos de entre 25 y 80 años, en vaso, de limitadas producciones y uvas de pequeño tamaño. Sus características de finura y elegancia se entienden al visitar las condiciones de este peculiar y excelente suelo de presierra para un viñedo austero en un clima casi serrano.
1
Queda algo de los violáceos y muestra una capa muy cubierta y viva, cardenal oscuro con tonos amoratados, limpio y brillante y una lágrima abundante y fina.
2
Es un vino muy elegante en nariz, con un equilibrio perfecto entre fruta y madera. Destaca la fruta roja, que queda muy bien ensamblada con la madera. Es intenso, elegante y muy complejo, con aromas de fruta roja madura como zarzamora y grosella, sutiles toques también de frutos negros como el arándano y mirtillo, con fondo mineral, en equilibrio con los aromas terciarios procedentes de la crianza en barrica; especiados de clavo y pimienta negra, chocolate negro, tofe y maderas nobles entre café torrefacto.
3
Ataque de tempranillo en un primer momento, que se convierte en suavidad y frescor. Es un vino amplio, suave y que mantiene la elegancia también en boca. La sensación es golosa y agradable.
Vivo esqueleto de taninos dulces que dan nervio y frescura al armazón del vino, con una medida acidez. Persisten los mismos aromas existentes en nariz, repitiéndose una excelente complejidad con final muy largo y armoniosos con una agradable sensación torrefacta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
Sergio Martínez | Logroño
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.