El vino como experiencia personalizada y divertida

En su intervención titulada 'La digitalización provoca mutaciones de productos a servicios', Calvo ha comenzado señalando las incógnitas que rodean al momento actual. Y ha continuado indicando que «el ser humano tiende a bloquearse cuando ve inquietudes, incógnitas; en el mundo del vino también ocurre». Además, ha insistido en la importancia del después de las compras, de las experiencias: «Estamos haciendo cosas en el antes, el durante pero nos hemos olvidado del después», ha cuestionado para seguir con otra pregunta a la audiencia: «¿Qué estáis haciendo para las nuevas generaciones, que también son (o pueden ser) clientes?»

Por eso, Calvo ha abogado por que «este es el momento de tomar buenas decisiones». Así, ha aportado varios ejes para mejorar las experiencias de adquisición de vino, también en el formato digital. «Primero, el blockchain, que es 50% de tecnología y 50% gobernanza, y que permite controlar todo el proceso productivo», ha detallado. «Cuando uno piensa en vino, piensa en Rioja: no podéis perder eso», ha animado a los asistentes para añadir: «No vendéis vino, eso es una excusa, vendéis un servicio».

Sobre la necesidad de sumergirse en la digitalización, ha señalado que «necesitamos un cambio de paradigma». «Internet no deja de ser un cúmulo de capas, de experiencias», ha explicado para abundar en que «quedan muchas por trabajar». «Teneis la capa del lifestyle, la del arte, la arquitectura... pero ¿dónde está la cpa del gaming?», se ha preguntado Calvo.

Otra de las patas estratégicas es el big data, que hay que tenerla sí o sí, ha incidido Calvo «para poder jugar con ella, enriquecerla, cruzarla».

Pero sin duda, uno de los principales carencias que Calvo ha detectado en «la digitalización del sector del vino es la del gaming, como diversión no como juego». «El consumidor final de hoy no pierde un minuto, seréis una más, salvo que la pongáis en valor», ha aportado para agregar que «hay que crear experiencias divertidas, inmediatas y que funcionen; la competencia es brutal y hay que estar ahí».

«Esto va de microexperiencias personalizadas, tenéis un consumidor muy particular que quiere que se le agasaje», ha explicado para añadir «Tienes que ser capaz de entender al consumidor y usar la algoritmia para personalizar la experiencia que él está buscando». Por eso, ha incidido en que hay delante «una oportunidad de oro pero requiere un esfuerzo y hay que ir paso a paso».

Para concluir, Calvo ha destacado las fortalezas del vino: «Tenéis un producto diez, noble, de la tierra, hecho con oficio, natural... pero debéis entenderlo antes de actuar». «El vino es muchísimo más que un producto, que hay que entender para poder actuar», ha sentenciado.