El sector enoturístico apuesta por innovación y la excelencia ante la crisis

El enoturismo vive un momento nunca visto desde que se convirtió en una actividad con tanto potencial económico en la comarca. La crisis del coronavirus ha golpeado al sector con más fuerza si cabe que a otros ámbitos económicos y es que el turismo ha visto menguar sus cifras, especialmente por parte de un visitante internacional que apenas ha existido. Ante esta situación las bodegas han tenido que afrontar una rápida adaptación y sobre esos cambios reflexionaron este miércoles profesionales de quince empresas que ofrecen servicios de enoturismo en La Rioja, Rioja Alavesa y Vizcaya, reunidas en Bodegas Valdemar (Oyón) en el 'Best Of Club Bilbao-Rioja'.

Precisamente, entre las bodegas de Rioja que antes adaptaron su realidad enoturística a la pandemia del COVID-19 está Valdemar, que además recibió el pasado año el premio Internacional de Experiencias Enoturísticas 'Best Of' por parte de la Red Mundial de Grandes Capitales del Vino en su reunión de Burdeos, junto al espacio gastronómico Villa-Lucía (Laguardia). Ana Martínez Bujanda, responsable de la bodega, resaltó en su intervención de este miércoles en el 'Best Of Club' «la capacidad de adaptación y la creatividad» como elementos imprescindibles en una situación tan compleja como la actual. «Como empresa, creemos en proyectos individuales y creativos, pero también somos conscientes de que hemos de trabajar unidos dentro del sector para poner en valor las cualidades únicas en la zona», expuso Martínez Bujanda.

Conseguir que Rioja sea un destino atractivo y seguro en este momento es por lo tanto uno de los factores determinantes, tal y como se encargó de reseñar José Luis Lapuente, director general del Consejo Regulador de la DOCa Rioja: «Obtenemos una percepción positiva de Rioja como zona segura por parte de sus visitantes, sobre todo por la amplia oferta de actividades al aire libre. Debemos aprovechar esta consideración para seguir generando negocio». Además, Lapuente subrayó los cambios en los hábitos en torno al vino, aumentando el consumo en los hogares, de cercanía o la compra online.

Juan Mari Sáenz de Buruaga, presidente del Comité técnico Bilbao-Rioja, reseñó por su parte que su objetivo era «apoyar a las empresas que participan en el flujo de ideas innovadoras que reduzcan el impacto de la crisis», recordando que el sector se está recuperando gracias a «los máximos estándares de calidad y seguridad». Además, Marta Echávarri, responsable de Comunicación del Consejo Regulador, destacó cómo las empresas han buscado la excelencia en sus procesos de adaptación a la crisis.

Grupos reducidos, actividades en terrazas y viñedos y experiencias digitales son algunas de las propuestas más exitosas del momento dentro del sector enoturístico, que ha vivido un cambio de paradigma, tal y como coincidieron los presentes. Con la escasa presencia del turista internacional, el cliente nacional ha reclamado su espacio, tanto en la búsqueda de experiencias enoturísticas como en una mayor cercanía a las bodegas locales, aumentando el gasto por visitante. Ahora, el otoño se asoma con nuevas inquietudes que los presentes asumían con esperanza.

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