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la rioja
Lunes, 20 de noviembre 2017
¿Qué mejor aperitivo que un buen vino y un poco de queso? Pues en realidad no es una buena combinación. Al contrario de lo que se cree, vino y queso no son la pareja perfecta, si lo que queremos es no perder detalles de ninguno de los dos productos.
La explicación es que las proteínas y las grasas del queso bloquean las moléculas responsables de los aromas del vino tinto y los taninos de éste hacen lo propio con las del sabor del queso.
I de ahí viene la expresión 'Que no te la den con queso'. Parece que su origen se remonta a cuando los antiguos bodegueros ofrecían una breve cata a los compradores al por mayor para que se decidieran por sus vinos. A veces el vino no estaba tan rico domo debía, así que servían estos vinos con queso. De esta forma disimulaban sus fallos. Una vez que había comprado y se disponían a probar el vino en casa, de daban cuenta de que se la habían 'dado con queso'.
Eso sí, en el caso de los blancos, ocurre lo contrario: potencian su sabor con la mayoría de los quesos y viceversa.
Si aún así quieres comer vino con queso, porque te gusta y punto, intenta que el tinto sea suave y con pocos taninos, como suelen ser los jóvenes.
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