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Inés Martínez
Lunes, 24 de abril 2017, 14:03
Cuando las temperaturas comienzan a subir y dejar atrás las heladas invernales y el sol calienta con fuerza, la viña despierta de su letargo y sus colores comienzan a tornar del marrón triste del invierno al verde recién nacido de la primavera. Es el momento en el que, dejada atrás la poda y el reposo, la viña llora, brota y florece.
Brotación
Al llegar la primavera, la viña comienza a captar alimentos y a nutrirse. La savia viaja por la planta y aparece los primeros brotes o yemas. Con ellos, comienza un nuevo ciclo de floración que irá evolucionando hasta el momento de la vendimia.
Floración
Las pequeñas flores que abbarrotan las vides serán en unos mesas racimos de uva. Esa floración determinará el volumen de la cosecha y podrá dar pistas sobre cuánsp se producirá la cosecha. Si florece tarde, todo el proceso se retrasa, y se vendimiará también tarde.
Cuajado
Los insectos polinizan esas flores y de ello surge el fruto. Toda la energía de la vid se concentra a partir de ese momento en la generación del fruto.
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Abel Verano, Lidia Carvajal y Lidia Carvajal
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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