Los cuatro pasos del vino... hasta llegar a ser vino

Desde que se prensa la uva, hasta que obtenemos un vino joven, el caldo pasar por cuatro estados diferentes ¿Los conoces?

Inés Martínez

Miércoles, 7 de octubre 2015, 12:10

Abordamos esta semana en Saber de Vino uno de los temas más interesantes y curiosos que rodean al vino tinto: los diferentes procesos que éste sufre hasta llegar a ser vino. El Educador en Vinos se ha ido a una bodega y, para que ... todos consigamos entenderlo, ha traído para el nuevo vídeo los cuatro ejemplos del caldo desde que es mosto hasta que se convierte en joven.

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1- Mosto: Recién vendimiada, se separa la uva del raspón y la estrujamos, rompemos la piel para que en el depósito entren el zumo, la pulpa, piel, pepita... (sin que esta última se rompa, ya que da amargor). Con todo ello, lo primero que se consigue es el mosto: poco olor, muy dulce, con algo de acidez y aspereza y bastante frescor. (Pero ojo con la tripa, que da descomposición).

2- Mosto fermentado: El mosto comienza a fermentar, así que ya tiene alcohol y algo de burbuja. Es un vino haciéndose, por lo que ya va cogiendo olor y color (ha estado más tiempo en contacto con las pieles). En boca es más áspero (más tanino), aparece el alcohol y hay dulzor, pero menos.

3-Vino sin fermentación maloláctica: En un tinto, la acidez tan fuerte junto con la astringencia lo hacen muy fuerte y muy duro de beber. Así que se separa de las pieles. Entonces es cuando aparecen las bacterias lácticas, que transforman el ácido málico (que da la acidez) en láctico. El proceso puede tardar semanas o meses (depende de la acidez de la uva).

4- Vino joven: Limpio, filtrado y con color. La acidez ha desaparecido y queda astringencia. ¡A beber!

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