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L.R.
Lunes, 28 de noviembre 2022
De la Obarenia y su rico Románico a la Sonsierra, a sus necrópolis, lagares y dólmenes. De los monasterios del Najerilla y del Iregua a los caminos de Santiago y del ferrocarril o a las cuevas de Rioja Oriental: bienvenidos a la tierra de los mil vinos
(Puedes leer el artículo completo de cada ruta en el Suplemento del Vino de Rioja 2022)
Entre las últimas estribaciones de la cordillera Cantábrica y el Tirón, La Rioja más septentrional alberga una densa muestra de arquitectura Románica.
Dos horas de recorrido, 20 kilómetros en coche por caminos entre paisajes de enorme belleza: una ruta, de las mil posibles, por la Sonsierra ancestral.
Cripán, Elvillar, Laguardia y Villabuena conservan ocho construcciones megalíticas a los pies de la Sierra de Cantabria, en su gran mayoría desconocidas y que se utilizaban como enterramientos.
El resurgir de los emergentes vinos del Najerilla acompaña a la ruta cultural más rica de La Rioja:el Valle de la Lengua.
Duele ver el estado en el que malviven estos venerables monasterios del Iregua. Lejos quedan los tiempos de esplendor, pero, incluso con el abandono actual, revelan su grandeza.
Desde Logroño a Grañón, la Ruta Jacobea discurre entre grandes extensiones de viñedo y vestigios de un pasado de espiritualidad, y a veces, también de vino.
El tren reunió a los productores en torno a grandes compañías en el eje más cercano al Ebro y casi paralelo a la Ruta Jacobea
La Rioja Oriental, antes conocida como Rioja Baja, ni es baja ni árida ni monocromática como puede parecer a primera vista desde la autopista sino biodiversa, rica por su diferenciación y reivindicativa.
AUX STEP FOR JS
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Álvaro Soto | Madrid
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