«Rioja Alavesa necesita tener más identidad, pero nunca se nos ocurriría salir de Rioja»

- Guillermo de Aranzabal: No sé si te pasará a ti, Javier, pero cuando viajamos al extranjero para ofrecer nuestros vinos hemos detectado que hay un sector de gente que quiere un producto que refleje un terruño concreto, algo específico. Y esto no es una moda, es una tendencia. La diferenciación tiene demanda y la va a seguir teniendo.

- Javier Ruiz de Galarreta: Es que la segmentación es la clave. Te pongo un ejemplo concreto, en el caso de los vinos espumosos, en Champagne, en Francia. Resulta que la mayor parte de la promoción de sus vinos la hace cada marca de forma individual: la que se hace de forma genérica es mínima. Y hay que recordar que es una de las principales marcas del sector.

- Guillermo: Yo estoy de acuerdo con que Rioja Alavesa tiene que tener una diferenciación con respecto a otras zonas. Los vinos de Tudelilla (Rioja Baja), donde tenemos fincas, son muy distintos a los que hacemos aquí, en Laguardia. Está claro que Rioja Alavesa tiene unas condiciones especiales. Pero, al mismo tiempo, a mí no se me ocurriría salir de Rioja, entre otras cosas porque nuestra empresa se llama Rioja Alta S. A., así que no soy sospechoso de querer sacar nada de Rioja.

- Javier: Claro, es que no estamos hablando de prescindir de la marca Rioja. En absoluto. Pero sí de segmentar esa marca colectiva. Llega un momento en que el consumidor, ante un lineal, no entiende por qué se puede comprar un Rioja por un precio y por qué pagar otro Rioja a uno mayor. Por eso creo que es tan importante la segmentación.

- Guillermo: Rioja Alavesa necesitan tener una mayor identidad, que es algo por lo que hasta ahora no se ha apostado. Y este no es un tema político, como se busca manipular. Es un tema de identidad enológica, identidad del terruño, del producto. Rioja es un fantástico paraguas y fuera de él hace mucho frío. Insisto, nunca se nos ocurriría salir de ahí. Tiene una gran imagen y todos estamos mejor dentro de Rioja que fuera.

- Javier: Totalmente de acuerdo. Y la Diputación está también en esa derivada de estar dentro de Rioja. Nosotros llevamos defendiendo desde 1993 la segmentación, que es un éxito. Tenemos que explicar que, con la diferenciación, no buscamos competir entre nosotros, sino ampliar la oferta.

- Javier: El diputado general (Ramiro González) suele poner como ejemplo a Burdeos. Y creo que con esto se refiere a por qué aquí no puede coexistir la diferenciación de Rioja Alavesa dentro de la marca Rioja como han hecho allí. Ellos, con tantas denominaciones de origen, más de 50, bajo un mismo paraguas, lo han conseguido.

- Y la cosa funciona. ¿Creen que ese modelo Burdeos también debe servirle a Vitoria para convertirse en futurible capital del vino?

- Guillermo: Pero Burdeos tiene una situación de mucho más privilegio dentro de su 'denominación' que Vitoria en Rioja Alavesa. Todo el negocio del vino se hace en la ciudad. Y aquí no pasa. Vitoria debería tener influencia, protagonismo, es una puerta de acceso y una promotora. Pero esto no es Burdeos.

- Javier: Yo sí creo que Vitoria, como capital vasca, alavesa y, por extensión, de Rioja Alavesa, podría estar en la partida del enoturismo urbano, que está en auge. Y esa es precisamente la baza que ha jugado Burdeos.

- Guillermo: Aquí hay un triángulo turístico vasco que lo forman el Guggenheim, gastronomía guipuzcoana y Rioja Alavesa, que es indiscutible. Y Vitoria debería jugar un papel ahí, dentro de todos los programas turísticos que se hagan, que deberían incluir a la ciudad. Aquí tenemos que darle valor añadido al vino y creo, de verdad, que la gastronomía es imprescindible. En Rioja Alavesa no está tan desarrollada, mientras que en Vitoria hay espacio para hacerlo.

- Javier: Pero hace falta iniciativa. 'Mamá administración' ha estado siempre mucho en nuestro sector, pero si no hay impulso desde lo privado, si no hay marcas... esto no funciona. Creo que necesitamos un plan de acción completo para desarrollar la gastronomía y mejorar el sector y su rentabilidad.

- Guillermo: Ya fuimos aquello de la capital gastronómica y no se supo aprovechar. Esto no es políticamente correcto, pero creo que Vitoria tendría que elevar un poco sus ambiciones. Si la gastronomía es un elemento importantísimo dentro la promoción turística y como imagen de Euskadi al exterior, no podemos promoverla a través del pintxopote. Tenemos que diferenciarnos con calidad.

- Javier: Yo creo que el momento pintxopote está muy bien, porque socializa y ha resultado interesante para desplazar a la cerveza, que había absorbido todos los momentos de ocio. Pero, sí, tampoco debemos descuidar esa oferta de hostelería media y alta.

- Guillermo: Insisto, dudo muchísimo que el pintxopote eleve nuestra imagen.

A estas alturas, queda claro que interrumpir la conversación entre estos dos sería como echarle gaseosa a un buen vino. Lo acabas estropeando. Así que mucho mejor dejar que hablen, que hablen a sus anchas. Toca abordar el tema de los dichosos aranceles que, a golpe de revancha tuitera, ha impuesto Trump. El asunto es un tremendo elefante en la habitación. Resulta imposible obviarlo.

- Guillermo: Un 25% de subida de precio no lo aguanta ningún mercado. Ninguno. Igual la administración y, en concreto la Diputación, sí puede llegar a algún tipo de acuerdo con las empresas exportadoras para compensar la pérdida de margen, con el objetivo de mantener los mercados. Porque no estoy hablando de ganar más dinero, sino de mantenernos. En vuestra organización, me imagino que os afectará bastante.

- Javier: Sí. Y, de hecho, me consta que el Gobierno vasco está jugando un papel para ver cómo puede tomar medidas que puedan frenar esta limitación que afecta tanto al producto del vino. Afortundamente, aquí muchos de nuestros vinos están por encima de los 14 (en principio, de la polémica medida arancelaria están exentos los vinos que rebasen los 14 grados) y se salvan de la quema. Porque esto, hay que decirlo, es una quema.

- Guillermo: Sin duda.

- Javier: Es que se da la circunstancia de que Reino Unido es nuestro primer mercado internacional, con un 28% de nuestras ventas y Estados Unidos, el segundo, con un 18%. Son dos mercados de países occidentales que jamás habíamos pensado que nos iban a poner en esta situación. Y, sin embargo, con el Brexit y los aranceles, nos están dejando a la deriva.

- Guillermo: Lo que me preocupa del tema de Estados Unidos es que hoy es el 25%, pero mañana puede ser el 50%. Hay una incertidumbre total. Hacer una marca en un país cuesta muchísimo, pero perderla no cuesta nada.

Apuraron hasta la última gota de de la conversación. Más que una botella, si te descuidas, son capaces de vaciar toda una barrica de ideas.