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Los hijos, Manuel y Jorge, junto con su padre, Jesús Rivero, en la bodega de Arnedo. L.R.
Regreso al futuro
Vino de Rioja

Regreso al futuro

La familia Rivero relanza la marca original y sus raíces arnedanas con una nueva colección de vinos Faustino Rivero Ulecia

Alberto Gil

Logroño

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Jueves, 19 de septiembre 2024, 11:29

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Que Rioja va a tener que ponerse las pilas y que, probablemente, la transición ya está definida hacia una menor producción y mayor calidad de los vinos es una realidad. Las propias bodegas, las principales compañías, ya trabajan en esa línea y una de ellas es la familia Rivero, propietaria junto con el gigante chino Changyu, de Marqués del Atrio y de Bodegas Faustino Rivero Ulecia.

La quinta generación de la familia arnedana, que celebra este año los 125 años desde que Olegario Rivero abrió la primera bodega en el centro de la hoy ciudad del calzado, está reposicionando la marca familiar en lineales y tiendas de vino: «Llevamos años trabajando en intentar olvidarnos de los precios de 'entrada', que apenas aportan riqueza a la cadena y ahora estamos reposicionando Faustino Rivero Ulecia en el entorno de los seis euros con nuestro crianza y, sobre todo, con el convencimiento de que ofrecemos una calidad claramente superior». Así se explica Jorge Rivero, junto con su hermano Manuel, la quinta generación que ya está al frente de la gestión de la compañía.

El reposicionamiento de marca se ha centrado en Rioja, suprimiendo el vino joven y apostando por un blanco, un crianza y un reserva que mejora claramente el estandar previo; en Rías Baixas, donde no hay problema en vender botellas por encima de los 12 o 14 euros; en Navarra, Manchuela y Utiel-Requena: «Estamos también en Bierzo, Rueda y Ribera del Duero, pero ahí como Marqués del Atrio y nuestra intención es situar Faustino Rivero Ulecia en la parte alta de nuestro amplio portfolio».

La estrategia no es únicamente comercial, ya que, al margen de los nuevos diseños de etiquetas con botellas borgoña con molde propio, lo que hay es un refuerzo de la calidad de los vinos: «Tenemos viñedo propio y también de proveedores fijos y estamos apostando por la viticultura con la contratación de María Jesús Agustín como nueva directora de campo y, en el caso de Faustino Rivero Ulecia, la apuesta es por Arnedo y la comarca, donde hay viejos viñedos muy desconocidos en altitud, desde Grávalos, Cervera y, por supuesto, Arnedo», explica Jorge Rivero. Es el caso de dos viñedos, propiedad de la familia en Herce al refugio de Peña Isasa, que muestran en una visita con periodistas por el 125 aniversario:«Son dos viejos viñedos de tempranillo y garnacha, de entre 40 y 50 años, con una situación privilegiada por su exposición solar y aireación», explica Rodrigo Espinosa, enólogo de Faustino Rivero Ulecia.

Tempranillo y garnacha

Es la 'fórmula' varietal que los Rivero han elegido para sus nuevos vinos de crianza y reserva:«Tempranillo, con un aporte de garnacha que hace muy agradable el conjunto, criado en roble americano que vamos renovando año a año para ofrecer un perfil 'Rioja' muy característico, con fruta, pero también con los toques amables de la madera», detalla Jorge Rivero. En el caso del blanco de la colección familia, es viura con garnacha y tempranillo blanco:«La viura se nos quedaba un poco escasa aromáticamente y el tempranillo y la garnacha, con un poquito de lías, le dan una alegría muy chula».

Los Rivero Ulecia despegaron con la cuarta generación. Con Jesús y Agapito Rivero, construyendo en las afueras de Arnedo la actual bodega y, posteriormente, Marqués del Atrio en Mendavia, además de internacionalizar la comercialización y expandirse por otras zonas productoras españolas.

La quinta generación, Jorge y Manuel, intentan ahora recuperar las raíces originales: «Faustino Rivero Ulecia es una marca de Arnedo y, aunque se nos conoce como ciudad del calzado, tenemos una tradición de cientos de años en la viticultura», expone Jorge Rivero. «Estamos apostando por el enoturismo y, modestamente sin estar en las rutas conocidas, hemos conseguido atraer 2.000 visitas al año con música, conciertos y actividades en nuestro wine bar». «Creo que por ahí también tenemos posibilidades y toda La RiojaOriental, concluye.

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