Continuamente oímos hablar del impacto de la tecnología en las empresas, su necesario proceso de digitalización, la irrupción de los negocios disruptivos, la economía digital, la inteligencia de negocio, el big data, el Internet de las cosas, y un largo etcétera que, cuando menos, despiertan ... nuestra curiosidad. Imaginext Rioja nace con la vocación de ser un espacio reflexivo e inspirador, dirigido a un sector del vino que necesariamente debe pasar por un proceso de transformación hacia un mundo digital. Por que el gran reto radica en que ya somos digitales, no hay vuelta atrás, nuestro potencial cliente lo es y todos nuestros esfuerzos deben ser «pensando en digital». La principal pregunta es cómo. Todo proceso de digitalización nace de una reflexión estratégica previa. Construir desde la base un plan sólido, con objetivos claros, pensando siempre en el cliente, sus demandas y necesidades. El cliente digital pide inmediatez y agilidad, respuestas rápidas, compara precios, comparte , es exigente, competitivo, demanda calidad, todo aquí y ahora.
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Y la tecnología nos ayuda a cumplir todas y cada de estas demandas. Avanza a gran velocidad, no debemos plantear seguirla, pero sí avanzar con paso firme hacia un proceso que nos permitirá adaptarnos a las exigencias del futuro inmediato, a ser más competitivos, a diferenciarnos, y sobre todo a dar respuesta a los consumidores. A un cliente, que ya es digital.
El sector de vino lleva años invirtiendo en sus procesos de producción, probablemente cuente con la tecnología mas avanzada pero, ¿y la comercialización?
Su gran reto es cambiar la forma de pensar desde la bodega hacia el consumidor. Y en este hueco, en este espacio, la tecnología tiene mucho que aportar. Hablamos de una relación directa bodega-consumidor, sin intermediarios. Es verdad, que nuestro principal cliente está en la distribución tradicional, bien el canal alimentación o el canal horeca, pero existe la posibilidad de dirigirnos directamente a nuestros consumidores. Es un canal más.
Debemos tener presente la omnicanalidad, mi producto en cualquier canal. Debemos ser capaces de captar datos, información o, lo que es lo mismo, acercarnos y conocer a nuestro cliente para tomar las decisiones acertadas. Para darle lo que demanda, lo que quiere. Y esa capacidad, la pueden tener las bodegas. Se trata de reflexionar, de pensar en digital, de construir una estrategia, de usar las herramientas adecuadas, se trata, en definitiva, de ser conscientes de que nuestro consumidor ya es digital.
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