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Alberto Gil
Miércoles, 2 de noviembre 2016, 20:49
No ha sido una vendimia sencilla para los viticultores. A las fuertes medidas restrictivas y de control puestas en marcha por el Consejo Regulador para controlar los transportes y entregas de uvas, con los famosos precintados de remolques, y a la labor de la Inspección ... de Trabajo para vigilar, incluso apoyada por un helicóptero de la Guardia Civil, las contrataciones de mano de obra para las labores de recogida de la uva, se han sumado también los controles por carretera de la propia Benemérita.
En este sentido, el sindicato ARAG-Asaja denuncia la imposición de multas (200 euros y 100 en pronto pago) a viticultores que estos días circulaban por autovías, fundamentalmente la LO-20 pero también por otras carreteras de alta capacidad, para llevar sus remolques a las bodegas: «Sabemos lo que dice la ley y que la circulación está prohibida en autovías, pero también es cierto que no hay trayectos alternativos para entregar las uvas y la Guardia Civil debería ser consciente de ello».
Son palabras de Igor Fonseca, secretario general de ARAG-Asaja, que confirma que la vendimia en cierta forma se ha convertido en un «infierno» para muchos viticultores: «Respetamos las leyes y lo seguiremos haciendo por supuesto, pero entendemos que a veces hay que ser más sensible con una actividad tan singular como la agraria, en la que la gente no trabaja en una oficina sino que se mueve de parcela a parcela». «En el caso de la LO-20 -continúa-, hay trayectos en los que no hay alternativa posible, por ejemplo, para descargar la uva en Oyón, ya que, aunque es cierto que existen caminos rurales algunos de ellos no están acondicionados o simplemente no permiten a grandes remolques, como los que se usan en la vendimia, circular con las mínimas condiciones de seguridad».
Fonseca recuerda que la uva es perecedera y que la rapidez en llevarla a las bodegas es en muchos casos fundamental e incluso exigencia de quienes compran la producción. En cualquier caso, señala que no es problema nuevo ni exclusivo de la vendimia ni de la circunvalación logroñesa: «Se da también en las temporadas del cereal, de la remolacha o la patata y también en otras carreteras de alta capacidad, como la autovía del Ebro, a la que tienen que acceder agricultores de Alfaro o Aldeanueva porque no tienen otras alternativas».
Planificación
La propuesta de Asaja es «una planificación previa de la vendimia y de otras campañas agrícolas para poner en marcha vías alternativas o hacer excepciones en las entradas a las autovías con las medidas de seguridad pertinentes». «Lo que no puede ser -continúa- es que el agricultor se tenga que arriesgar a una sanción porque tiene que entregar el fruto de su trabajo o incluso les estén esperando los responsables de la autoridad para multarle».
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