María José González
Lunes, 29 de febrero 2016, 22:50
Iberdrola ha solicitado la paralización de todos los trámites administrativos para iniciar a finales de verano la construcción de la nueva línea aérea de 66 kilovoltios (kV) en la comarca de Haro. Según confirmó ayer la compañía a este diario, el proyecto (que se remonta ... al 2008 y ha pasado por diferentes administraciones y colectivos para su consulta) contiene un error en las mediciones (440 metros más que los calculados originalmente) y su longitud total supera los tres kilómetros, lo que requiere que el Gobierno regional, a través de Medio Natural, dictamine si es necesario o no hacer un informe de impacto. En el mejor de los casos, que no sea necesario este requisito, la eléctrica retomaría toda la tramitación y el retraso en la obra podría quedarse en un mes. Sin embargo, si la administración medioambiental conviniese la elaboración de ese estudio, el proyecto podría retrasarse entre tres meses y un año.
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kilómetros es la longitud de la línea reflejada en el proyecto original del 2008
metros, que corresponden a tres vanos, no se sumaron y por ello la línea era inferior a tres kilómetros
es la longitud correcta. Al superar los tres kilómetros puede precisar un estudio de impacto ambiental
Iberdrola se dio cuenta de este error cuando solicitó a la ingeniería un nuevo estudio completo (lo que técnicamente se conoce como plano de perfil y planta) que incluyera el cambio de trazado propuesto el pasado mes para minimizar el impacto de la futura línea sobre los terrenos afectados. Una nueva traza que reduce en 49 metros los 2,837 kilómetros que medía el proyecto original. Para su sorpresa, la ingeniería les informó de que la longitud total es de 3,277 kilómetros. En una segunda revisión se confirmó esa medición. Así que Iberdrola, dado que no cuadraban los números, cotejó el proyecto original y así fue cómo descubrió el error: en el segundo de los cinco planos en los que está dividida la línea, el proyectista no sumó tres vanos que en total miden 440 metros.
En ese sentido, y una vez constatado que efectivamente el proyecto supera los tres kilómetros de longitud, Iberdrola ha paralizado todas las actuaciones administrativas que tenía en marcha para iniciar la obra (entre otras, con el Ayuntamiento de Haro y la Confederación Hidrográfica) y presentó un escrito ante la Consejería de Industria el pasado día 17 comunicando el error y solicitando que se eleve el asunto a Medio Ambiente para que decida si es necesario o no realizar el informe ambiental. En caso de que así lo acuerde, y como establece la normativa vigente, la compañía tendría que presentar su diseño y dos alternativas de trazado más. Si Medio Ambiente informase favorablemente del proyecto original, el retraso podría oscilar entre tres y seis meses. Pero si lo rechazase, la compañía debería partir de cero (presentar un nuevo proyecto técnico, solicitar nuevas autorizaciones de paso...) y la dilación podría ser de un año.
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