El toro salta al ruedo del enoturismo

La bodega de Fuenmayor abrió ayer sus instalaciones a lo grande tras una reforma necesaria para cubrir necesidades de atención al público. Montecillo ha sido siempre una bodega silenciosa, de las que no ha llamado la atención por otras necesidades que no fueran sus vinos. Pero con el tiempo, siendo hoy un gigante de reservas y grandes reservas, se la echaba de menos en un sector en auge como el del enoturismo.

Ayer comenzaron a solventar la ausencia. En Navarrete, en el mismo Camino de Santiago, abrirán sus instalaciones con tienda comercial y de productos varios de toda condición con el toro de Osborne.

Fiesta a lo grande con una bodega ideada en 1973 con 21.000 barricas y toda la tecnología necesaria para ser el referente de un grupo nacido en Jerez y asentado en las principales denominaciones del país y con amplios mercados internacionales.

Tomás Osborne, presidente del grupo, desembarcó ayer en La Rioja reconociendo el valor del turismo del vino y destacando que La Rioja sigue siendo un referente. Un recorrido por las instalaciones impolutas y una breve ceremonia. «Todos», dijo, «somos vendedores de Rioja y de La Rioja como destino turístico».

Por su parte, el presidente riojano, Pedro Sanz, acudió con buena parte de su equipo. Además, el presidente del Parlamento, la alcaldesa de Logroño, el consejero de Cultura. Y allí también, representantes de todos los sectores del Rioja empezando por el presidente del Consejo Regulador, Luis Alberto Lecea, y otros organismos y colectivos empresariales. Pedro Sanz fue directo en su discurso. Un sector como el del turismo que representa hoy casi el 10 por ciento del PIB riojano y con grandes posibilidades. «Encantados todos de que estén aquí con nosotros para seguir desarrollando La Rioja como destino turístico. Salieron del Puerto de Santa María y creo que han llegado al destino», dijo.