Intentan quemar la sede de ARAG-Asaja en Aldeanueva de Ebro

En este sentido, el SOS Rioja daba cuenta del suceso el pasado sábado, ocurrido pasadas las tres de la madrugada, a donde los servicios de emergencias y de la Guardia Civil acudieron avisados por un particular que avistó las llamas en el polígono industrial donde se localiza. No hubo daños personales pero el fuego calcinó 50 depósitos de plástico que había almacenados en el patio trasero, según el balance de los propios Servicios de Emergencias, y ha provocado también daños por el humo en las oficinas del interior, aunque sin que llegaran a entrar las llamas.

Según ha podido saber Diario LA RIOJA, el sindicato agrario ha presentado denuncia ante la Guardia Civil para intentar localizar a los culpables, mientras que fuentes del sector contextualizan los actos delicitivos con la tensión que se vive en el municipio por la descalificación de decenas de hectáreas por parte de los servicios técnicos del Consejo Regulador por excesos productivos a viticultores de la localidad.

ARAG-Asaja forma parte del pleno del Consejo Regulador, donde se apoyó el control parcelario de las producciones dentro del plan de los servicios técnicos para hacer cumplir el pliego de condiciones, que limita a un máximo de 6.500 kilos por hectárea las producciones de uva tinta, aunque en esta campaña, por acuerdo del pleno, la cantidad máxima amparable se reduce al 90%, es decir, 5.850 kilos por hectárea.

El pasado año 2023 la dirección técnica del Consejo puso en marcha un plan de control basado en la monitorización de parcelas de viñedo de toda la Denominación de Origen con inteligencia artificial capaz de estimar la producción parcela por parcela. Pese a algunos fallos detectados en su primera campaña de aplicación, como por ejemplo la confusión de las cubiertas vegetales con vigor de las plantas, los defectos han ido puliéndose y los servicios técnicos decidieron enviar cartas a los viticultores de toda Rioja cuando se estimaban producciones por encima de los 8.000 kilos por hectárea para que redujeran la carga de uva.

No es la primera vez que se envían notificaciones a viticultores a los que se detectan excesos productivos. Antes de la monitorización del viñedo, lo que se hacían eran visitas de campo por parte de los técnicos, con varias advertencias antes de descalificar una parcela si su propietario o cultivador no tomaba medidas para reducir la carga. Sin embargo, en el último plan de control aprobado por el pleno del Consejo Regulador, en una situación muy grave de desequilibrio productivo respecto a la comercialización, se acordó que las notificaciones se harían de acuerdo con el sistema de inteligencia artificial y que no habría advertencias 'extra'. Es decir, si en la visita posterior de los técnicos se comprobaba que el viticultor avisado previamente no había tomado las medidas para descargar los racimos por debajo de los 8.000 kilos por hectárea se acordaría la descalificación íntegra de la parcela.

El envío de cartas de aviso ha sido generalizado en toda la DOCa, pero en el caso de Aldeanueva son decenas las parcelas, que, al no descargarse o no hacerse en la intensidad necesaria, han sido descalificadas, según confirman fuentes del sector.