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La ilusión de los primeros días, la emoción del reencuentro con tus compañeros de juego. En definitiva, volver. La Liga de Golf y Vino, competición que organiza la web de Diario LA RIOJA, lomejordelvinoderioja y está patrocinado por Logroño Deporte y por las firmas Land Rover, Bankoa, La Navarra y Etilisa, reanudó su décima edición el pasado sábado en El Campo de Logroño. El cariz grave de la pandemia frenó en seco el desarrollo de la competición el 10 de marzo. Cuatro días antes de la segunda prueba del calendario, la organización decidió aplazar sin fecha la liga.
Nadie pensaba que el parón iba a durar tanto tiempo. «Quince o veinte días, pero no más», comentaban varios jugadores. Al final fueron cuatro meses. El sábado, organizadores, patrocinadores y jugadores volvieron a reunirse para disfrutar del deporte del golf.
Cerca de 100 jugadores pisaron la alfombra de El Campo de Logroño para volver a competir. Bajo el nombre de Bodegas Marqués de Riscal, patrocinador principal del segundo torneo de la liga, una participación a reseñar por la incertidumbre del momento. El virus sigue latente y con ello, el miedo y la prudencia de la gente. Pese a ello, el golf es una de las actividades deportivas que más pronto se permitió su práctica por sus condiciones. Fue el 11 de mayo cuando El Campo de Logroño reabrió sus puertas. Su carácter individual y el entorno abierto en donde se celebra contribuyen a su realización de forma segura.
Asimismo, atendiendo a los protocolos establecidos por las autoridades del golf, los jugadores modificaron mínimamente su forma de jugar. Se eliminó del campo todo lo susceptible de tocar por los jugadores, como es el caso de las banderas, con la implementación de un sistema para que la bola pueda recogerse con dos dedos, algo que no alteró ni trastocó demasiado a los jugadores. «Ya estábamos acostumbrados porque desde el 11 de mayo las normas son así, hay que cumplir estos protocolos, son el mal menor», valoraban algunos jugadores que se quedaron a la entrega de trofeos.
Aquí también hubo cambios. Marqués de Riscal no ofreció la cata característica con la que las bodegas que ponen nombre a las pruebas obsequian a los jugadores. Ni vinos ni los diversos alimentos que el restaurante de El Campo de Logroño disponían. Por no haber, no había ni mesas ni los típicos corrillos de jugadores y familias. Todo por mantener la distancia de seguridad y evitar las aglomeraciones. La 'nueva (maldita) normalidad'.
Pese a ello, Bodegas Marqués de Riscal sí que quiso tener un detalle con todos los jugadores regalando a cada uno de ellos una botella de vino. Un Arienzo crianza del 2016. Los participantes agradecieron el gesto y la voluntad de todos de continuar respaldando un torneo que es uno de los primeros en reanudarse.
El sol y las altas temperaturas tampoco fallaron. Desde el inicio de la prueba (8.30 horas) hasta el desenlace final (18.30 horas) el buen tiempo acompañó a los jugadores. También el césped, algo que ya no es noticia.
De momento, no hay más pruebas establecidas en el calendario más próximo. Si la crisis sanitaria respeta, lo más seguro es que la tercera cita tenga lugar en el mes de septiembre.
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