Ramón Bilbao, una bodega centenaria

Existe un selecto grupo de bodegas centenarias que han ayudado a levantar los cimientos de lo que hoy se conoce como Rioja. Con la llegada de la filoxera a Europa, decenas de productores franceses pusieron su vista en Haro para suplir la alta demanda de vinos que no se podía cubrir dadas las consecuencias dramáticas de esta enfermedad. La ciudad jarrera se convirtió entonces en cuna vinícola y en sede de pequeños locales que, un siglo más tarde, se transformarían en unas bodegas históricas entre las que ya se encuentra Ramón Bilbao.

Su fundador, Ramón Bilbao Murga, decidió abandonar su Etxebarri natal para mudarse junto a su familia a Haro con el objetivo de emprender un negocio propio. Pese a que en un primer momento apostó por el grano, con el tiempo se fue haciendo con tierras de la zona de Casalarreina en las que empezó a plantar viña. Desde entonces, la bodega jarrera no ha parado de producir vino reinventan su tradición centenaria y defendiendo el carácter curioso de su fundador a través de la innovación e internacionalización de la marca. Y es que, en la actualidad, la compañía ha conseguido llegar a más de sesenta países posicionándose, además, entre las cincuenta marcas más admiradas del mundo.

Su riqueza y su grandeza, como no puede ser de otra manera, se asienta en la calidad de sus vinos. Vinos que reflejan el valor del territorio con viñedos repartidos por Rioja y Rueda. Por ello, Ramón Bilbao ha sido una de las bodegas precursoras a la hora de elaborar vinos frescos y afrutados con un estilo diferencial que deja huella. Tal y como lo hizo el pasado fin de semana durante la segunda jornada del torneo del golf Rioja & Vino.

Durante la cata, se pudieron degustar dos 'Early Harvest', un 'Límite Sur' y un 'Límite Norte'. Esto tan solo fue una pequeña muestra del enorme registro que posee la bodega centenaria gracias a sus viñedos en altura, sus variedades ancestrales o sus parcelas más especiales representadas en el proyecto de viñedos singulares de Lalomba.