«La Liga da prestigio a los vinos y al Club»

Enamorado de la montaña, de las caminatas y de la recogida de setas, Jesús Ignacio Orbea, decidió adentrase en el mundo del golf a sus cincuenta años. Nunca es tarde. Natural de Bilbao, el sábado, junto con su cuadrilla, visitó Logroño para participar en la novena edición de la Liga. Y lo hizo con gratos resultados.

-¿Cómo ha ido la jornada?

-Ha sido un día de juego magnífico. Se nos ha complicado un poco por la niebla pero la organización lo ha solventado muy bien. Estoy muy contento de cómo ha discurrido todo.

-¿Ha quedado primero en la segunda categoría, ¿ha sido una de sus mejores participaciones?

-Sí, sin duda. El mejor resultado que había hecho aquí había sido 38, 39 puntos, y hoy lo he superado. Ha sido un resultado fenomenal. Hay días que todo te sale bien, que coges confianza y que tienes un acierto que no es normal. Lo malo es que no se suele repetir (ríe).

-¿Es un habitual del torneo?

-Sí, la verdad que sí. Tenemos buenas amistades con uno de los patrocinadores (Grupo Ramondin). Nos animan a venir, a participar y la verdad que, la organización y el buen desarrollo del torneo animan a repetir.

-¿Qué aspiraciones tiene para la final?

-Si te soy sincero, ninguna. En este deporte hay que ser muy humilde, es complicado. En el golf hay días que lo haces muy bien y días que, haciendo lo mismo, te sale todo fatal.

-¿Suele jugar con asiduidad?

-No, desgraciadamente el trabajo me quita mucho tiempo. No tengo tiempo para ello. Como mucho un día y medio a la semana. No más. Y lo lamento porque cada vez me gusta más.

-¿Pertenece a algún club de golf?

-Sí, formo parte de un club que está en Álava. Suelo jugar ahí los miércoles. En Bilbao hay un tira bolas, un sitio donde se aprende a jugar. Allí es donde empezamos. Porque para jugar a esto, es necesario hacerlo con un profesor que te enseñe. No entiendo a la gente que aprende sola.

-¿Es una práctica que viene de lejos o su amor por el golf es algo reciente?

-Reciente. Comencé a jugar a los 50 años. Fue algo familiar, que nació del grupo de amigos. Decidimos apuntarnos a clases para adentrarnos en el mundillo y ahora nos encanta. Además, a mí siempre me ha gustado la montaña. Un entorno, un ambiente similar a lo que encuentras en los campos de golf. Es una gozada y, además, si vas acompañado de un grupo de amigos, más. Asimismo, el Campo de Logroño es maravilloso. No solo el golf, la gente de la cafetería, el restaurante... Son estupendos.

-¿Cómo ve la idea del sentido familiar que quiere inyectar esta Liga con la cata de vinos y demás productos al final de la jornada?

-Me parece muy bien, porque da prestigio a los vinos de Rioja y al club del golf. Además, así las bodegas compiten entre ellas para mostrar sus mejores vinos... Todo ello da un empaque al torneo que es muy interesante. A mis amigos y a mí nos encanta esta Liga por, entre otras cosas, el gran ambiente que se genera tras la jornada. Es algo muy familiar.

-¿Le veremos por aquí el año que viene?

-Si la lumbalgia me deja y si no tenemos ningún achaque, seguramente que vendremos, y lo haremos encantados. Nos tratan muy bien. El césped está todos los años perfecto para jugar, con unas condiciones soberbias La gente es muy educada. Seguiremos cogiendo el coche para jugar en Logroño.