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Muchos creían que el torneo no se iba a reanudar. El virus sigue ahí y la prudencia es incuestionable. Pero los tres meses sin poder pisar el césped contribuyen a despejar los miedos y lanzarse al verde. Volvieron los hierros a El Campo de Logroño. En un día en el que el tiempo acompañó, cerca de cien jugadores formaron parte del segundo torneo de esta edición de la Liga de Golf y Vino.
Con todas las precauciones necesarias, con la mascarilla como complemento cuando la distancia interpersonal era imposible de cumplir, el juego se desarrolló con total normalidad durante toda la jornada. Desde las 8.30 horas y hasta más allá las 18.30 horas, los jugadores volvieron a disfrutar de la práctica de uno de sus deportes favoritos.
Volver a jugar fue una satisfacción tremenda para todos. Lo deseaban. El golf permite su práctica con seguridad al hacerlo sin aglomeraciones y en espacios abiertos. Combina las dos fórmulas requeridas para minimizar la agresiva respuesta del virus. Por eso fue el primero en practicarse. En concreto, el 11 de mayo El Campo de Logroño reabrió sus puertas.
Los aproximadamente cien jugadores llegaron a La Grajera con incertidumbre. No es sencillo organizar un torneo como éste en el momento por el que atravesamos. No hubo cata de vinos de la bodega patrocinadora de la prueba (Marqués de Riscal) ni corrillos en la entrega de premios ni el típico picoteo que el restaurante del campo de golf siempre sirve a los jugadores. Muchas diferencias con respecto a la prueba celebrada el pasado 29 de febrero. El reto era grande, pero la organización cumplió con nota.
Los jugadores salieron del campo contentos por lo que vieron durante el día. Seguridad máxima. Los protocolos que la Federación de Golf impuso en el mes de mayo se cumplieron con exactitud y pulcritud. La seguridad que los jugadores demandaban se cumplió. Todos se fueron de El Campo de Logroño contentos de volver a jugar, de regresar a ser partícipes de una competición que este año cumple su décima edición.
En el año más extraño, en el curso jamás imaginado. La próxima cita no tiene todavía día establecido. Se espera que, si la pandemia no lo evita, sea en el mes de septiembre. Porque a pesar del miedo, el sábado, el golf pudo con él.
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