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Al final, tras varias semanas de mucha zozobra en el sector, el Parlamento europeo ha despejado los nubarrones que se cernían sobre la industria vitivinícola. Las enmiendas aprobadas este miércoles incorporan pequeños matices, apenas unos adjetivos, en un documento de miles de palabras; pero esos toquecitos han traído un enorme alivio a los bodegeros y viticultores riojanos. Las novedades pueden resumirse en dos: el Parlamento de la UE rechaza vincular el «consumo moderado» de alcohol con el cáncer y aleja la posibilidad de incluir en las botellas de vino (o en las latas de cerveza) advertencias sanitarias tan truculentas como las que llevan las cajetillas de cigarrillos.
El camino que ha conducido a la redacción final de ese texto ha sido largo, tortuoso y lleno de meandros. En julio del año 2020, el Parlamento europeo decidió fomar un comité especial que analizase las medidas oportunas para reforzar la lucha contra el cáncer. Las alarmas se dispararon en el sector cuando leyeron su informe final. Es un texto largo, con casi 200 puntos, en los que se aborda la estrategia de lucha contra el cáncer desde la prevención hasta los cribados, el tratamiento y el llamado «derecho al olvido». Sin embargo, había dos puntos que asustaron a los bodegueros: en los epígrafes 15 y 16 se consideraba al alcohol (sin distinción) tan cancerígeno como al tabaco y se reclamaban medidas para disuadir su consumo, entre ellas la aparición de mensajes sanitarios en sus etiquetas.
Finalmente, tras un encendido debate en la cámara de Estrasburgo, varias enmiendas presentadas por la exministra popular de Sanidad, Dolors Montserrat, integrante de esa comisión espacial, por el socialista riojano César Luena y por otros eurodiputados de países y signos diversos lograron parar el golpe.
La enmienda número 34 salió adelante por 381 votos a favor, 276 en contra y 32 abstenciones. Gracias a ella, la resolución ya no hablará de que «el consumo de alcohol es un riesgo para muchos tipos de cáncer», sino de que «el consumo nocivo de alcohol es un riesgo para muchos tipos de cáncer». La introducción de ese adjetivo, 'nocivo', abre la puerta a la defensa de un consumo moderado y responsable, punto esencial tanto para La Rioja como para el sector.
Amplio impacto tendrá la enmienda número 36, que fue aprobada por 392 votos a favor, 251 en contra y 48 abstenciones. Gracias a ella se despeja el temor de que el vino incorporase alertas sanitarias como las de las cajetillas de cigarrillos. En su lugar, la resolución pide que se incluya en las etiquetas «información sobre la necesidad de un consumo moderado y responsable».
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La enmienda 38 incorpora asimismo un matiz que puede ser importante. En el texto original se pedía prohibir «el patrocinio de bebidas alcohólicas en el ámbito del deporte». En su lugar, se ha aprobado que esa medida solo se aplique «cuando los principales espectadores sean menores». Esta modificación salió adelante con un margen más estrecho: 376 votos a favor, 260 en contra y 56 abstenciones.
La alegría del sector no será, sin embargo, completa. Otra enmienda presentada por la eurodiputada del PP Dolors Montserrat pretendía modificar un párrafo final incluido en el punto 16 del informe. Los ponentes pedían a la Comisión Europea que «considerase un incremento en los impuestos de las bebidas alcohólicas». La enmienda número 32 pretendía modificar esa frase y darle una nueva redacción, reclamando «un sistema impositivo justo que tuviera en cuenta el papel primordial y de mayor importancia que desempeña la vinicultura en el mantenimiento de actividades y puestos de trabajo en las zonas rurales, así como los mayores costes de producción». Finalmente, esta propuesta quedó rechazada por 214 votos a favor, 430 en contra y 48 abstenciones, así que se mantiene el texto original.
El informe final, con las enmiendas incorporadas, ha sido aprobado por la tarde y ha recabado una mayoría aplastante de votos en la Cámara de Estrasburgo, con 652 apoyos y solo 15 sufragios negativos, con 27 abstenciones. De esta manera, el texto adquirió rango de resolución parlamentaria. Aunque no tiene fuerza ejecutiva, la Comisión Europea lo asumirá como guía para planificar sus políticas contra el cáncer.
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