A la sombra de un nogal majestuoso
Bodegas Sonsierra ·
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El Manao, una atípica parcelita arcillo-calcárea sobre el río Ebro, es uno de los viñedos singulares de la espectacular colección de viejos parcelas con personalidad de Bodegas SonsierraSerpenteando por los caminos rurales de San Vicente, casi a los pies del Castillo de Davalillo, aunque a la otra orilla del Ebro, está El Manao, uno de los viñedos más singulares de San Vicente de la Sonsierra. Es una pequeña parcelita, apenas una fanega (3.000 metros cuadrados) atípica porque, pese a limitar con el curso del río madre, es una isleta de suelo arcillo-calcáreo (no aluvial)sobre el que han enraizado cepas centenarias de casi dos metros de altura con enorme brazos de considerable peso que, Emiliano Martínez Manso, socio de Bodegas Sonsierrra y propietario de la parcela, sujeta con soportes de hierro hincados en el suelo:«Este viñedo en una locura, hay que trabajarlo todo a mano porque no cabe maquinaria alguna», explica Rafael Usoz, director técnico de Sonsierra.
Un enorme nogal preside El Manao y en otoño el contraste es precioso, con esas hojas que comienzan a rojear en los sarmientos de las retorcidas cepas y un suelo cubierto de una fina capa de yerba verde tras un septiembre lluvioso.
Uno de los vinos de la espectacular colección de viñedos singulares de Viñedos Sonsierra. Tempranillo de una parcelita de apenas fanega y media. 89 €.
LA BODEGA :
Dirección C/ Paseo de Logroño nº3 26338 - San Vicente de la Sonsierr
Año de fundación 1961
Contacto sonsierra@sonsierra.com/ 34 941 334 031
El Manao, que se trabaja sin herbicidas desde hace diez años, fue uno de los primeros viñedos singulares de la colección que Sonsierra puso en el mercado:«El vino es un ejemplo perfecto de viñedo singular, con una intensidad alta de color, una tanicidad media/alta y, sobre todo, con una exposición de fruta roja fantástica», resume Usoz.
Salió al mercado junto con El Rincón de los Galos y Duermealmas, a los que luego se han unido Muérdago y Quitasueños, todos ellos parcelarios de la colección de viñedos singulares de la bodega:«Tenemos la suerte de tener estos viejos viñedos, con una personalidad extraordinaria y decidimos apostar por estas vinificaciones parcelarias en la nueva bodega, Viñedos de Sonsierra».
La colección de viñedos singulares de la cooperativa de San Vicente –identificable fácilmente por sus etiquetas de diferentes colores– sigue creciendo y Rafa Usoz ya trabaja con otros parcelarios, como un varietal de garnacha de la zona alta de pueblo y, Sol y Tierra, su próximo lanzamiento:«Con los vinos singulares cubrimos las tres zonas básicas de San Vicente, con alturas desde 420 metros más próximas al río, con El Manao, a 500/550, en la zona media, y hasta 600 metros con la garnacha», explica Usoz. En la bodega, el enólogo presta especial atención a todos los viñedos de más de 40 años de edad:«Controlamos, por lectura satelital y con visitas in situ, 240 parcelas. De ellas salen nuestros ocho vinos singulares y las uvas que más me gusta van también para Pagos de la Sonsierra, Perfume o Viñedos de Sonsierra, que son las otras marcas top de la bodega». «Tenemos la suerte de tener estos viñedos y hay que hacer lo que sea por conservarlos».
Emiliano Martínez Manso es un viticultor de toda la vida de San Vicente. Cuida El Manao como cuando lo recibió en su día de sus antepasados pero su jubilación está próxima. El relevo generacional es uno de los problemas no solo de la viticultura, sino de la agricultura en general. Bodegas Sonsierra afrontó hace tres años este problema de la jubilación de sus socios ofertando gestionar íntegramente los viñedos a cambio de una renta: «Hay gente mayor, que ya no puede trabajar la tierra y no queríamos que se vendieran los viñedos o incluso se arrancaran», explica Rafa Usoz. En este sentido, Sonsierra cede a otros socios más jóvenes de la cooperativa la gestión de esos viñedos de viticultores mayores. Son más 50 hectáreas de y la cifra seguirá creciendo en el futuro: «San Vicente es viña y vino y hay parcelas maravillosas de las que se pueden hacer botellas de talla mundial y ese es nuestro objetivo, que sigan siendo trabajados por gente del pueblo».
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