FyA | Navarrete
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Cuando uno trata de imaginarse a Carlos Bujanda habilitado como funcionario se embarca en un esfuerzo improbable por más que sea cierto que Carlos Bujanda fue funcionario antes que fraile, o sea antes que bodeguero, pese a que lo del vino le venia de serie. ... A ello se consagró en el 96 en Moreda, su pueblo, en un almacén donde elaboró aquel Piérola crianza y ese blanco de viura memorable con los que se recorrió mesones, restaurantes, bares y hoteles de toda clase y condición hasta convencer al personal de lo oportuno de la irrupción de su proyecto para dar valor a las uvas familiares, primero, y más tarde a las de no pocos vecinos cuyas viñas, algunas muy viejas, se perdían en el maremágnum de las tolvas de las cooperativas.
La cabeza le bullía a Carlos, que volvía locos a sus hermanos con sus ideas. Primero fue la bodega Fernández de Piérola. Luego vinieron Traslascuestas, en Ribera, y Cyatho, en Rueda. Y una vez todo en marcha, quiso elevar a categoría el desvelo por la tierra, el medioambiente, la uva y el vino. De ese golpe nació FyA. En las iniciales de sus dos hijos, Félix y Ana, cinceló Carlos todo ese su compromiso y lo hizo bodega y hotel y museo...
Finca de dos hectáreas en la bodega Vendimia manual. Fermentación uva despalillada en inox, maceración 20 días con hollejo. 7 meses de crianza en roble americano. 15,55 euros
La bodega :
Dirección Carretera de Navarrete a Entrena s/n
Fundación 2021
Contacto reservas@bodegasfya.com // 941 560 560
FyA rompe la monotonía de la carretera que une Navarrete con Entrena. Un edificio singular desarrollado por arquitectos de La Rioja (Arquitelia) que se presenta al exterior como un lienzo de esencias de las Riojas: tierras rojizas y arcillosas de la Alta, los ocres de la Alavesa y los marrones de aluviales de la Oriental se conjugan con el color del vino en un juego que Carlos Bujanda explica, como si al visitante le pudiera pasar inadvertida semejante piel en damero.
Venera FyA en su museo 850 piezas de cerámica que conducen al visitante en un viaje a su infancia, sus recuerdos y a la historia. Semejante colección, reunida por el galerista y doctor en Historia Enrique Martínez Glera, penaba en la bodega icono del gatillazo del sector inmobiliario en su asalto al mundo del vino, Darien. Bujanda la rescató y le devolvió la vida y la gloria. En ella brillan cántaros mosteadores, pucheros para arrope, cuartillas, azumbres, cuartillos y cantarillas, junto a barreños y jarras de toda condición. Cada pieza acreditada y certificada en un trabajo ímprobo. El museo y la bodega son visitables. Una combinación recomendable y brillante, como el barro y el vino.
El exterior de FyA despierta los sentidos y el interior los alimenta. El vino comparte protagonismo con el barro en el pueblo donde la arcilla fue ayer modus vivendi y aún hoy es vida y es arte. Quería homenajear Carlos Bujanda ese matrimonio del que el FyA en tinaja es su primera criatura. Uva tempranillo de la zona de viñas con no menos de 25 años que se cría en la decena de tinajas de barro de un millar de litros que se dejan ver sin trampa ni cartón en la zona de elaboración.
Bodega, museo y hotel, FyA es el último desvarío de Carlos, el de Piérola, que quiso bucear en el tiempo quizás para recordarse, para recordarnos, que, como el vino, todos somos hijos del barro.
Vídeo: Luciano Coccio. Imágenes: Google Earth
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