Artuke | Baños de Ebro

Echando la vista atrás

Hace ocho meses el prescriptor Tim Atkin premió al vino que nace en este viñedo con 100 puntos –la perfección según el británico– y, claro, supuso un enorme orgullo, pero sobre todo un reconocimiento a los años de trabajo y esfuerzo de toda la familia, con mis padres Roberto y Concepción a la cabeza y ahora con mi hermano Kike». Es Arturo de Miguel, Bodegas y Viñedos Artuke, quien habla.

Los hermanos Arturo y Kike se habían enamorado de este viñedo que se encuentra subiendo el Barrio de las Cuevas, de Baños de Ebro: «Cuando compramos La Condenada, en el año 2012, estaba prácticamente abandonada y recuerdo que no la pudimos vendimiarlo por una granizada que lo arrasó. La primera añada fue la de 2013. Es un viñedo en un suelo no muy común de arena roja sobre arenisca y su composición varietal es la típico del viñedo viejo riojano, sobre una base de tempranillo encontramos un poco de graciano, calagraño, palomino y algo de garnacha».

La Condenada

• 2021 Vino de un único viñedo de suelos arenosos: 80% de tempranillo, graciano, garnacha y palomino fino. 12 meses en barrica de 600 litros. 89€.

• La bodega

• Dirección C/ La Serna, 24 · 01307

• Año de fundación 1991

• Contacto (+34) 945 62 33 23/artuke@artuke.com

Pero nuestro protagonista vio algo más. «Apostamos por él porque era una zona sin tocar, hablo de 1920 que es cuando se plantó, y nos gustó por lo peculiar de su suelo ya que se hincó sobre una base de arenisca resquebrajando el suelo como buenamente pudieron porque entonces no había maquinaria. Este tipo de suelo aporta vinos más delicados, más finos, pero hay que saber interpretarlos y dejar que se expresen a la hora de elaborar el vino». Y surgió el milagro de un vino pleno, redondo, inmenso: «Yo vengo de la universidad del año 2006, cuando aprendíamos sobre extracciones, mayores remontados..., todo un poco más brusco. Con el tiempo te das cuenta que cada viñedo pide un modo de trabajarlo dependiendo de la carga tánica que traigan las uvas. No llega a una hectárea y en años buenos da 2.000 botellas, de ahí para abajo. Este, por ejemplo, no van a pasar de 1.200». La naturaleza manda y en viñedos como La Condenada, más.

El patrimonio de Artuke en viñedo viejo de la comarca es importante: El Escolladero, en Ábalos sobre arcillas; Las Mañas, en Samaniego sobre roca madre; y Finca de Los Locos aquí en Baños sobre gravas con cal. «Tenemos como un 40% del viñedo en mi pueblo, y un 60% entre Ábalos, San Vicente y Samaniego. Como pueblo, Baños da vinos más inmediatos, con un tanino más fino y unos vinos más frutales; Ábalos nos ofrece vinos más rústicos, con un tanino hecho a base de frío y más aromas balsámicos y oscuros, mientras que en San Vicente trabajamos la zona baja, con vinos francos y finos. Finalmente, Samaniego resulta algo más rústico», precisa Arturo. «Cuando mis padres –continúa– pasan de vender vino a granel a embotellado hacían un único vino de maceración carbónica para La Rioja y País Vasco. Lo que hicimos mi hermano y yo al llegar en 2009 fue un estudio de todas nuestras parcelas y pensamos que, sin abandonar el vino de cosechero, podíamos ir más allá y criar vinos de parcela más trabajados. Ahora se invierte mucho más tiempo y dinero en el campo, imagínate que hay viñedos en los que pasamos hasta tres veces a recoger las uvas». Lo que viene siendo el trabajo del cirujano vitícola, la interpretación al detalle.

Venimos con sed del viñedo y apetece un vino de año. Aprovecho que está con la guardia baja trajinando con el descorchador y le pregunto sin concesiones qué le parece a su padre La Condenada. Hombre serio Arturo, no puede reprimir una sonrisa: «No te lo vas a creer Fernando, dice que le gusta más el Artuke».

«Pero bueno, al final es una satisfacción que desde un pueblo como Baños lleguemos a tantos lugares del mundo y más con viñedos como Los Locos, que lo plantó mi abuelo a base de morisca y horas y horas de trabajar allí arriba. Hasta que no ves una de tus botellas en Nueva York, no te das cuenta de todo lo que hemos hecho y cuando echas la vista atrás te asombra». Ya lo decía el sabio, que sabía mucho y por eso era sabio: «Vive la vida mirando hacia adelante, entiéndela mirando atrás».