La nueva generación de los Escudero, con Julia, Jesús y Juan. Justo Rodríguez
HIJOS DE LA CRISIS

Los vidau de la otra cara de Yerga

Juan, Julia y Jesús, la nueva generación de los Escudero, asume la gestión de la bodega familiar con la idea de continuar un amplio legado de espumosos y de viejas garnachas frías de altura

Alberto Gil

Logroño

Miércoles, 27 de noviembre 2024

Juan Escudero, ingeniero agrónomo y diplomado en Enología por la Universidad de Burdeos, pasaba un día por la puerta de Cheval Blanc, uno de los escasos grand cru classé A de Saint Emilion, propiedad del imperio del lujo de Louis Vuitton, y decidió entrar a dejar su currículo: «Lo había mandado antes porque, tras trabajar en la Borgoña mientras hacía un máster de comercio internacional, quería vinificar en Burdeos pero decidí entregarlo también en mano». Juan volvía hacia casa y ya en España recibió la llamada de Cheval Blanc: «Me contrataron y luego tuve la oportunidad de vinificar también en Champaña, en Don Perignon, propiedad igualmente de Louis Vuitton, lo cual me venía de maravilla por la tradición elaboradora de Cava de mi abuelo, Benito Escudero».

Una formación espectacular la de este joven, hijo de Amador Escudero, que, junto con sus primos Julia y Jesús, ya dirige el negocio familiar: «Seguimos siendo una bodega familiar y, de la misma forma que mi tío y mi padre se dividían las labores de campo, bodega y comercialización, ahora cuentan con nosotros».

Vidau 2017

  • Vino de un viñedo centenario (Cuesta la Reina) en Yerga, con garnacha y cepas de monastrell y bobal muy sabroso e intenso. Se cría de 18 meses en roble francés y húngaro. 40 €

  • La Bodega

  • Dirección Ctra. s/n Arnedo 26587, Grávalos (La Rioja)

  • Teléfono 941 398 008

  • Web familiaescudero.com

  • Mail info@familiaescudero.com

Familia Escudero tiene bodegas en Rioja (Grávalos y Pradejón), otra adscrita a Cava y también en Navarra: «En total, contamos con unas 50 hectáreas de viña en Navarra, otras 50 en Cava y 150 en Rioja». «Elaboramos de nuestro propio viñedo y tenemos suerte porque mi padre Amador, muy conocedor de Francia, ya trabajó con las parcelaciones de viejos viñedos, los vidau –majuelos históricos de garnacha con otras variedades como bobal o monastrell– que mi abuelo vinificaba de forma conjunta», explica Juan Escudero. Vidau da precisamente nombre a uno de sus vinos, con Vinsacro y Arvum, puntas de lanza de esas garnachas históricas de la otra cara de Yerga que elaboran en la bodega de Pradejón: «En Grávalos hace mucho frío y, además de estas garnachas en altitud, es muy buena zona para blancos».

De hecho, Benito Escudero (abuelo de Juan) plantó allí chardonnay, con un sarmiento que trajo de Champaña: «Fue un auténtico pionero, un 'loco' incluso, y la verdad es que, entre nuestro abuelo, mi padre, mi tío Jesús y mi tía Angelines, a la nueva generación, nos lo han puesto fácil».

Piedras

Juan y sus primos, Julia, también enóloga e igualmente con formación francesa, y Jesús, ingeniero industrial pero apasionado de la viticultura, tienen nuevas ideas en mente: «Nos gusta el tempranillo blanco, que creemos que en esta zona puede ir muy bien y la maturana tinta, pero vamos tranquilos porque lo cierto es que ya tenemos muchas referencias en el mercado y tampoco hay que volverse loco».

«Lleve el currículo en mano a Cheval Blanc y, para mí sorpresa, me llamaron»

Juan Escudero

Juan Escudero celebra el empuje de las nuevas generaciones en Rioja, aunque también señala que «son necesarias bodegas de mayor dimensión». «Nosotros –continúa–, somos una bodega mediana y creo que hacen falta firmas capaces de poner 50.000 botellas de gran calidad, como las hay, para llegar a una amplitud de mercados».

Los Escudero trabajan ya con todo el viñedo en ecológico o en proceso de certificación: «Mi tío Jesús usa la cubierta vegetal desde hace décadas, cuando estaba mal vista porque decían que el viñedo estaba descuidado, pero la burocracia es una locura. Ahora, con mi prima Julia estamos en proceso de inscripción». Juan Escudero defiende, por supuesto, su zona: «Yo la sigo llamando Rioja Baja, pero el nombre es lo de menos, si es Oriental, tampoco me importa. Grávalos es uno de pueblos más fríos de Rioja y creo que se pueden hacer grandes vinos aquí, en Rioja Alta o en Rioja Alavesa, pero a veces somos nosotros mismos, los riojanos, los que tiramos piedras unos contra otros».

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