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Lucía Abando se apoya en un 'huevo' de hormigón de la bodega de Laguardia. Justo Rodríguez
Una vida predestinada
Hijos de la crisis | Las Orcas

Una vida predestinada

La joven Lucía Abando San Pedro, sexta generación de viticultores y cuarta de bodegueros, dirige con sus padres Las Orcas, con propuestas de vinos parcelarios y varietales de viejos viñedos y trabajados con madera, ánforas y hormigón

Alberto Gil

Logroño

Miércoles, 27 de noviembre 2024

Camino de Elciego, aún en término de Laguardia, Bodegas Las Orcas está a pie de carretera. Un precioso vestíbulo acristalado da entrada al wine bar de esta bodega con vistas a la Sonsierra que dirige técnicamente la joven Lucía Abando San Pedro. Pertenece a una saga de viticultores que hunde sus raíces en seis generaciones y cuatro de bodegueros. Son los San Pedro, madre, tíos y primo de Lucía, todos con viñedos y bodega en Laguardia.

Con 28 años, el currículo y la sensatez de Lucía deslumbran: ingeniera agrónoma, máster en enología innovadora, a punto de terminar el WSET 3, con experiencia en Txakolí, en Navarra y en Pujanza, la bodega de su tío Carlos San Pedro: «En Las Orcas estoy en la vendimia desde 2019, mientras estudiaba y desde la 2021/2022 estoy mano a mano con mis padres». «Quiero vinificar en Australia y Sudáfrica, porque en febrero puedo viajar, pero ya me quedo en mi casa, en la bodega familiar».

Trikuharri Entradas de San Ángel Viura

Trikuharri Entradas de San Ángel Viura
  • Apenas 1.000 botellas de esta cosecha y primer blanco elaborado por Lucía; finura volumen y crianza mixta en roble y ánfora. 40 €

  • La Bodega

  • Dirección Ctra. A3210, Laguardia-Elciego, km 2,5

  • Teléfono 34 677 501 791 / +34 677 501 792 / +34 677 501 790

  • Web www.lasorcas.com

  • Mail lasorcas@lasorcas.com

Las Orcas, que nació en 1994 en Laguardia, se trasladó a la actual ubicación del extrarradio en 2022: «Es una bodega a nuestra medida, con pequeños depósitos de elaboración, la amplitud necesaria y materiales como la madera, pero también las ánforas y los huevos de hormigón, que afinan muy bien los vinos».

Las Orcas elabora la producción de sus diez hectáreas en propiedad y las doce de un único proveedor muy cercano: «El viñedo propio estará todo en el ecológico para la cosecha 2025, y eso fue una decisión mía porque tengo claro que es el futuro comercial para vinos de cierta gama, pero también tenemos un compromiso moral con la tierra y los viñedos que heredamos y transmitimos generación a generación».

Lucía Abando no es necesariamente una 'hija de la crisis', pero su trayectoria sí venía predestinada desde niña y tiene claro que la única opción hoy en día en Rioja es la elaboración de vinos con valor: «Competir en precio es un suicidio, debemos poner en valor nuestras etiquetas». «Mi abuelo era granelista, pero eran otros tiempos y tanto mis padres como los hermanos de mi madre tuvieron claro que Laguardia es un gran municipio vitícola y que nuestra línea de trabajo debía ser otra».

Los Abando San Pedro cierran el círculo. Entre los padres y la hija llevan íntegramente el campo y la bodega, incluido el enoturismo: «El cliente que viene valora que quienes atendemos somos nosotros». Lucía se considera afortunada: «Me dejan tomar las decisiones, como cultivar y cómo elaborar, no puedo estar más agradecida».

Entradas de San Ángel

Es la finca que rodea la bodega un viejo viñedo de tres hectáreas, de tempranillo y viura, donde Lucía Abando obtiene dos parcelarios, Entradas de San Ángel Trikuharri Tempranillo y Viura:«Es un homenaje a mis abuelos y a una tía, los tres fallecidos; Trikuharri significa tres pilares y ellos lo fueron en mi vida».

«Competir en precio es un suicidio, debemos poner en valor nuestros vinos»

Los vinos son muy precisos: frescos, con una madera muy ligera de fondo y expresivos. Lucía juega con los distintos materiales (roble francés, ánforas y hormigón). «Cada día me gustan más los blancos, con la viura por su gran potencial de guarda, y también los rosados que, aunque están denostados, para mí son vinos muy versátiles». El rosado de Lucía, Decenio –la gama principal de Las Orcas– lleva un 70% de viura y un 30% de garnacha.

Pagos de Valdeorcas es otro de los vinos especiales de la bodega, un varietal de graciano que Lucía elabora sólo en las añadas que considera que la maduración es óptima, mientras que, pese a tempranillo y viura seguirá siendo su bandera, también ha puesto el ojo en otras variedades: «He plantado una viña en el monte, a 700 metros con maturana tinta y blanca y garnacha que creo nos dará muchas alegrías».

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