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«Buscamos una explicación y la única que encontramos es que la actual crisis vitivinícola y el desánimo que se ha instalado en el sector ... está afectando a la demanda de formación vitivinícola». Así se expresa Fernando Martínez de Toda, catedrático de Viticultura de la Universidad de La Rioja (UR) y director del Máster de Viticultura, Enología y Dirección de Empresas Vitivinícolas ante la supresión de este posgrado por falta de alumnos cuando hasta ahora siempre tenía más demanda que oferta.
El máster, título propio de la UR y de impartición presencial los fines de semana, consta de cuatro módulos: Viticultura, Enología, Análisis Sensorial y Dirección de Empresas, que se pueden cursar de forma separada, con la titulación de experto, o íntegra. En este último caso, con un trabajo de fin de máster, es una titulación completa de posgrado: «La primera convocatoria para el módulo de Análisis Sensorial, de mayo a junio durante diez fines de semana, no salió porque no teníamos alumnos y ahora vamos a suspender también el de Enología por el mismo motivo, con dos alumnos sólo apuntados cuando hasta ahora estábamos cerrando el máximo de plazas en 30 y todos los años se quedaba algún aspirante fuera».
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Dirigido por Fernando Martínez de Toda y coordinado en sus diferentes módulos por Juan Carlos Sancha, Pedro Balda y Antonio Palacios, el máster de Viticultura y Enología es una referencia, no sólo para Rioja, sino para otras regiones vecinas. Pensado para profesionales –se imparte las tardes de los viernes y los sábados por la mañana– era muy demandado por viticultores, bodegueros de Rioja, de otras regiones más o menos cercanas e incluso con alumnos también internacionales: «¿Sorprendidos? Mucho. La verdad es que no lo esperábamos, pero parece claro que las consecuencias de la pérdida de valor del vino y de la viticultura hacen que todo pierda valor y, en este caso, hablamos de un público profesional, de hijos de viticultores y bodegueros que apostaban por esta formación más práctica que académica», explica Martínez de Toda. «Es decir –continúa–, la demanda de este máster se nutre de los trabajadores del sector y de sus necesidades o interés en mejorar su formación vitivinícola».
Fernando Martínez de Toda
Director del máster
El curso es incluso anterior a la propia Universidad de La Rioja: «Aunque soy de Badarán, yo volví a La Rioja en 1987 y entonces era imposible cursar estudios enológicos aquí. Únicamente los había en Madrid, donde se impartían conocimientos técnicos, en ocasiones bastante alejados de la realidad vitivinícola». «En 1988 pusimos en marcha este curso en Logroño, entonces como magíster dependiendo de la Universidad de Zaragoza porque aún no teníamos universidad propia». El magíster se impartió durante seis años, aunque a partir de 1996 con el nacimiento de la UR desapareció, pero luego se retomó hasta ahora ininterrumpidamente.
Así las cosas, son treinta ediciones, la última veintena de forma ininterrumpida, las que avalan el recorrido del posgrado: «En abril volveremos a sacar el módulo de Viticultura a ver qué es lo que pasa, pero, visto lo sucedido en los dos anteriores, nos tememos que vaya a suceder lo mismo», indica su director.
Martínez de Toda, también profesor del Grado de Enología de la UR, no oculta su preocupación: «A las conocidas consecuencias de la crisis actual del sector vitivinícola como el bajo precio de la uva, la no diferenciación de su calidad, la desaparición del viñedo viejo, el desánimo o la falta de relevo generacional habría que sumar otra más y nueva, como es la falta de interés y de necesidades de formación universitaria entre los trabajadores del sector».
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