Vino

¿Champán? No necesariamente

Aunque residual, la oferta de espumosos elaborados en La Rioja aumenta poco a poco. Es un mercado más que interesante, protagonizado a nivel mundial por Champán y Cava, con el permiso del fulgurante éxito de los Prosecco italianos. Históricamente eran un puñado de bodegas riojanas las que elaboraban, y continúan haciéndolo, bajo el sello de la DO Cava, pero en los últimos años están apareciendo nuevas propuestas, algunas con el sello de la DOCa Rioja –que en 2017 amparó la elaboración de espumosos–, pero también los hay sin denominación alguna de origen alguna, especialmente ancestrales –de primera fermentación y de los que no nos ocupamos en estas líneas porque merecerían atención aparte– y algún ejemplo elaborado por método tradicional y pensando en la alta gama como los Pandemonium de Vintae.

La pionera del Cava en La Rioja fue Benito Escudero (Grávalos). Apenas había 20 bodegas en España haciendo cavas cuando Benito Escudero, tras estudiar en Villafranca y conocer Champán, comenzó a elaborar espumosos en su pueblo, en Grávalos. De hecho, Cava no se constituye como DO hasta 1972 y ésa es, entre otras, la razón de que pioneros como Escudero fueran amparados por el sello pese a no estar en Cataluña. Sus marcas son Benito Escudero y Diorio Baco y uno de sus espumosos, Cava Dioro Baco Rosado, ha sido elegido recientemente por Wine Enthusiast como mejor cava rosado del mundo con 94 puntos.

La particularidad es que el Diorio Baco Rosado se elabora con uvas de pinot noir (una de las trescaracterísticas de champán), que Benito Escudero plantó en Grávalos convencido de sus posibilidades para la elaboración de espumosos rosados. Por supuesto, llevaba razón. Bodegas Bilbaínas, pionera de los espumosos en Rioja, Muga, con su Conde de Haro, Faustino y Bodegas Olarra (Añares y Ondarre) son otras de las bodegas que continúan elaborando Cava, pero la aprobación de los espumosos, amparados por la DOCa Rioja, ha dado lugar a más que interesantes nuevas propuestas.

Es el caso de Bodegas Valdemar, con su Finca Alto Cantabria Gran Añada-Brut Nature, el único acogido además a la categoría de vino Viñedo Singular y capaz de competir de tú a tú con los champagnes. Es un varietal de viura, de una parcela, Finca Alto Cantabria, por el que apostó la propiedad con su enólogo Ángel Orte, con una amplia experiencia en la elaboración de cavas en Cataluña, y con mucho tino desde su primera añada (2017).

Rafael Vivanco apostó también por los espumosos de Rioja desde el primer momento. El resultado fue su Vivanco Cuvée Inédita Reserva Extra Brut, en versión blanco y rosado, ediciones limitadas de vinos con al menos 30 meses de rima (reserva) y con variedades minoritarias (maturana y tempranillo blanco) como protagonistas por encima de la viura de un viñedo trabajado para los espumosos en Briones. El prescriptor Tim Atkin elegió este vino, en sus dos primeras añadas, como mejor espumoso de Rioja y fue uno de los primeros en llegar al mercado con el sello de la DOCa. Vivanco trabaja también en su Bodegas Carlos Serres con espumosos y con la gama más desenfadada La Maldita, en versión blanco y rosado.

El último en llegar a los espumosos de Rioja ha sido Bodegas Nivarius (Palacios Vinos de Finca, en Nalda) que acaba de lanzar al mercado Lías 2017, exclusivamente para el mercado riojano para estas fiestas porque apenas han salido 2.000 botellas. Es un 'pepino' de vino con 60 meses de rima (se etiqueta como Reserva pero podría ser Gran Añada) y con la viura como protagonista con aportes de maturana y garnacha blanca: «Buscamos la tiza de viuras de suelos calcáreos de la Sonsierra, con un poco más de volumen de viuras en parcelas arcillosas de Moncalvillo y el fósforo y la mineralidad de la matura blanca», detalla Raúl Tamayo, enólogo de Nivarius. Tamayo sigue las técnicas de champán en la elaboración con viñedos y uvas de Rioja cultivadas y vendimiadas expresamente para estos vinos.

Richi Arambarri (Vintae) está desarrollando fuera de los límites de la DOCa Rioja un bonito proyecto de vinos espumosos en altura, desde 700 a 900 metros, en viñedos plantados en Villaverde de Rioja, donde elaboran Pet-Nat (ancestral) y también un espectacular Pandemonium, con 60 meses de rima y método tradicional. Hay Pandemonium en versión blanco de uvas blancas (viura) y blanco de uvas tintas (garnachas, en este caso de Cárdenas). Dos estupendos espumosos, con lo que, como el resto de los comentados, se puede disfrutar sin acudir necesariamente al champán.

Y, para terminar, un consejo si el bolsillo se lo permite. Si quieren disfrutar de un vino espumoso de verdad –de los que no sacan las burbujas por la nariz– huya de algunos de esos cavas que estos días copan los lineales de los súper e, incluso, pruébelo como apertivo o durante la comida y no sólo para el brindis final navideño.

Espumoso de viñedos viejos, de unos 60 años de edad, que la familia Escudero plantó en Grávalos y que luego amparó bajo la DOCava. Las viñas se sitúan entre 700 y 800 metros de altitud y el vino es un curioso varietal de pinot noir etiquetado como Brut Rosado Reserva y con una crianza de al menos 36 meses.

Fue el primer espumoso con sello DOCa Rioja en llegar al mercado. Rafael Vivanco apostó desde el primer momento por estas elaboraciones. El Cuvée Inédita Reserva Extra Brut, con una crianza de al menos 30 meses, innova también con las variedades (45% maturana blanca, 30% tempranillo blanco, 15% viura y 10% chardonnay).

Bodegas Valdemar sorprendió con este espumoso de Rioja que, en su primera añada, la 2017, compaginó además con la nueva categoría de viñedo singular. Procede de viñedo plantado en 1975 en el monte Cantabria (Logroño). El vino es viura 100% con una larga crianza en botella de 40 meses antes de salir al mercado.

Nivarius, la bodega de blancos de Palacios Vinos de Finca, se suma al espumoso de Rioja con este Lía de la añada 2017 tras una crianza de 50 meses. Viura, de la Sonsierra y de Moncalvillo, con maturana y garnacha blanca. De momento, 2.000 botellas que para esta Navidad sólo han llegado al mercado riojano.

Ni Cava ni DOCa Rioja. Vintae ha apostado por plantar en altura y en una zona muy fría, fuera de los límites de Rioja (en Villaverde) para elaborar espumosos para el mercado premium. Este Pandemonium es un blanc de noir (blanco de uvas negras) de la variedad garnacha con una larga crianza en rima de cinco años antes de salir al mercado.

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