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Bodegas y Viñedos Pujanza (Laguardia) irrumpió a finales de los años 90 en la escena de Rioja. A un lado, los vinos clásicos y tradicionales y, al otro, la opulencia, la concentración, la madurez y hasta la triple barrica nueva de la corriente mundial parkerizada. ... Carlos San Pedro decidió tirar por la 'calle de enmedio', con una propuesta de vinos frescos, frutales, fieles a los viñedos de donde proceden y con una elaboración escrupulosa que le permitió hacerse un hueco entre un reducido grupo de nuevos elaboradores que trajeron aire fresco a la región vitícola.
Veinticinco años después aquellos mismos principios siguen siendo hoy la seña y bandera de una bodega que, como su fundador, ha alcanzado la madurez. Carlos San Pedro regresó anoche al club de catas de lomejordelvinoderioja.com con una colección de seis vinos que, sin salir de un único municipio, Laguardia, puso un broche de lujo a una espectacular temporada de catas, y van deciséis, mostrando la extaordinaria diversidad de la región vitícola: «En estas dos décadas –explicó el bodeguero– hemos conseguido embotellar toda nuestra producción y, a partir de ahora, no vamos a seguir creciendo en viñedo, sino en valor». Todo un reto para una nueva etapa en Pujanza, que comienza también con la semiincorporación de Carlos San Pedro, hijo, que, aún formándose y con 20 añitos, ya colabora con su padre en la bodega y en las últimas vendimias están probando con sus propias elaboraciones.
Precisamente, fue Carlos junior quien presentó los vinos a los aficionados, con una primera tanda de cuatro tintos, de la añada 2020 y todos ellos de diferentes viñedos de Laguardia: «Vamos a mostrar la filosofía de Pujanza, el respeto por los viñedos, con cuatro vinos que se elaboran igual, indepedientemente de su precio, con crianzas de unos 12 meses con barrica nueva y usada, pero en los que lo que nos importa es poner de manifiesto la versatilidad del tempranillo en Laguardia».
Pujanza 2020 12,75 euros
Pujanza Valdepoleo 2020 23,50 euros
Pujanza La Paul 37,75 euros
Pujanza Norte 52 euros
Myrath 2022 Aún en bodega
Pujanza Añadas Frías 2021 100 euros
Dicho y hecho. Carlos comenzó con Pujanza 2020, un vino que recupera el nombre original de la bodega y olvida el apellido 'Hado' que le ha acompañado durante la última década: «Es nuestro único vino que mezcla uvas de varios viñedos, hasta 16 de Laguardia, y en el que la frescura y la acidez natural, seña de identidad de Pujanza, son las protagonistas», avanzó el joven bodeguero. Un esencial, un vino de base fantástico y sabroso, unas 100.000 botellas sobre las que se construye todo el resto. Pujanza Valdepoleo va un paso más allá. Procede de una finca de 17 hectáreas que rodea la bodega, más balsámico y concentrado, pero igualmente fresco y fácil de beber: «Distinguimos siete parcelas dentro de Valdepoleo, que elaboramos por separado antes del cupaje final pero básicamente tenemos suelos más arcillosos que nos dan más potencia y más calcáreos que nos aportan finura», describió el joven bodeguero.
Pujanza La Paul procede de otro viñedo que Carlos padre salvó in extremis del arranque al comprar la parcela, plantada parcialmente en 1930 y otra parte en 1960. La Paul es más potente que sus compañeros de viaje, más estructura aunque también muy sedoso y, quizás, el vino que más se desvía del estilo propio de la bodega de Laguardia. Lo que diga la viña... Carlos San Pedro, padre, no oculta su cariño hacia Pujanza Norte, una apuesta personal por un viñedo que él mismo plantó a 720 metros a principios de los 2000, casi extremo en Laguardia cuando el cambio climático no era tan evidente: «Norte situó a Pujanza en su momento en escalón superior y, para mí, este vino es una 'fiesta' en sí mismo: hay vinos que son para un determinando momento y vinos que hacen el momento como Pujanza Norte». Finura, elegancia, tensión, complejidad, mineralidad... Para el cronista, el tinto de la noche.
El siguiente vino es el primero en 'solitario' de Carlos junior. Myrath 2022, que significa légado en árabe y que es un homenaje de hijo a padre. Aún no ha salido al mercado, así que se probó en primicia de la barrica y aún tendrá unos meses de afinamente en botella: «Es mi estilo, al menos hoy en día. Intento hacer lo que he aprendido de mi padre, en la viña y en la bodega, pero a mi modo», describió Carlos. Myrath procede de un viejo viñedo, apenas 650 botellas, que el joven elabora con uva entera y bazuquea a mano. Muy sabroso, con una acidez natural también muy significativa, que lo hace casi tan directo como los de su padre, y que, a la vista de cómo quedaron las copas tras la cata, contó con más que aprobación generalizada.
Y, para terminar, un sorpresón: Añadas Frías 2021, un blanco espectacular de viejas viuras que Pujanza elabora sólo las añadas más atlánticas y frescas. El vino acaba de nacer y se muestra en la copa con una gran potencia cítrica, una expresividad fantástica, una casi perfección de ensamblaje con una muy ligera madera de fondo y con un larguísimo recorrido por delante. Pujanza Añadas Frías sorprendió en la cata hasta el punto que Carlos recurrió a la teoría del 'meteorito': «El vino sí va a mejorar con los años, pero, como decía un amigo, ¿y si cae un meteorito en la tierra?». «Y aún peor –recordó entre risas– y, si el meteorito cae en la vinoteca y vemos cómo se destruye». Pues eso, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
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