Madrazo vs Jorge Muga: bendita crisis de los 50
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Los dos enólogos, después de largas trayectorias en sus bodegas familiares, presentan mano a mano en una espectacular cata sus proyectos personales con vinos hechos a su modoSecciones
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Los dos enólogos, después de largas trayectorias en sus bodegas familiares, presentan mano a mano en una espectacular cata sus proyectos personales con vinos hechos a su modoDespués de décadas de trabajo elaborando algunos de los grandes vinos de Rioja en sus bodegas familiares, Jesús Madrazo y Jorge Muga decidieron, en 2018 y 2019 respectivamente, frenar en seco. Su vida, ambos son agrónomos y enólogos, era la viña y el vino, e ... iba a continuar siéndolo pero de otro modo: apostaron sus propios proyectos personales, con pequeñas producciones y con vinos con los que disfrutar más de la vida y en los que embotellan el talento y la gran experiencia acumulada. «Para mí -explica Jorge Muga-, fue como lacrisis de los 50. Lo que me gusta es la viña y me di cuenta de que mi trabajo cada día era más de administración y de gerencia, así que decidí parar y comenzar de nuevo».
Bendita crisis de los 50. Jorge compró y ha reacondicionado una bodega en el Barrio de la Estación, TIHOM, donde ya elabora cinco referencias, aunque con varias más en la cabeza, con las que ha intentado desmarcarse de la Rioja más convencional: variedades minoritarias, crianzas en hormigón y barricas muy tenues y una apuesta muy importante por los vinos blancos. Un año antes, en el 2018, emprendió su proyecto personal Jesús Madrazo, tras firmar para Contino algunos de los mejores vinos del país. Madrazo asesora a varias bodegas, en Rioja, Ribera del Duero y Bullas (Murcia) y cuenta ya con una completa colección de vinos que llevan su nombre: «Sentí algo parecido a lo que ha dicho Jorge, tenía vida laboral por delante y ganas para hacer los vinos al modo que yo entiendo Rioja».
Los dos amigos protagonizaron el jueves por la noche la segunda cita de la temporada del club de catas delomejordelvinoderioja.com en la que hablaron, sin cortapisas, de cómo la marca Rioja se ha ido depreciando con el paso de los años y cómo, pese a ser una de las grandes regiones vitícolas del mundo, se hace cada vez más difícil vender con la etiqueta madre. Pero, tal y como insistió Jorge Muga, «hay que seguir trabajando y luchando por cambiar las cosas porque ni nos damos cuenta de todas las oportunidades, en tintos y en blancos, que tenemos aquí para elaborar grandes vinos de talla mudial».
El espectacular mano a mano comenzó con dos blancos. El primero de ellos THM 2021, casi un varietal degarnacha blanca, que es la entrada de gama de Jorge Muga: «Me gusta mucho esta variedad, que trabajo en viñedos de la zona de Haro, con un punto mineral muy interesante, aunque, como la conocemos menos que la viura, hay que afinar mucho porque es bastante impredecible cada cosecha». Un buen arranque de cata, con un vino en el que destaca una intensa paleta aromática de fruta y flores blancas, con una acidez marcada más que interesante y que le da un larguísimo recorrido en botella. Turno del compañero, con su Jesús Madrazo San Gregorio Ostiense 2021, otro gran blanco con un perfil más tradicional (viura con malvasía) y que pone de manifiesto que esta pequeña revolución que está protagonizando Rioja con los blancos no es más que el principio: más cítrico, fino y elegante, un gran vino, con el que Chus, siempre rebuscando en la historia y en la emoción, rinde homenaje a este obispo italiano que murió en la Edad Media en la calle Rúa Vieja logroñesa tras ser enviado por el Papa para librar de las plagas de langosta extendidas por los campos del entonces Reino de Navarra.
THM Blanco 2021: 12 euros.
Jesús Madrazo San Gregorio Ostiense 2021: 24 euros.
THIOM tinto 2019: 21 euros.
Jesús Madrazo Selección Rioja 2019: 34 euros.
Jesús Madrazo Selección Ribera del Duero 2019: 36 euros.
TIHOM Blanco 2019: 24 euros.
Majada de Reyes 2021 (Bodegas Muro): 45 euros.
Llega el momento de los tintos, con THIOM 2019, un curiosísimo vino, extremadamente floral, balsámico y elegante, que combina mazuelo y graciano en altas proporciones, sin tempranillo, y de una zona límite para estas variedades de ciclo largo como es el entorno de Haro: «Es un vino que no podré hacer todos los años porque no es fácil alcanzar la maduración necesaria, incluso pese al cambio climático, pero con el que quería poner en valor estas uvas minoritarias con las que ya trabajé en Bodegas Muga», explicó el enólogo. Jesús Madrazo Selección Rioja 2019 se nutre de uvas de Rioja Alavesa, de los suelos calcáreos que Chus selecciona para hacer vinos elegantes y longevos. Tempranillo como base, aunque con aportes importantes de graciano -siempre presente en sus vinos- y maturana tinta: «Quiero la finura, pero el tempranillo gana con el graciano y con estas variedades de ciclo más largo que también tenemos en Rioja», detalló el enólogo. Un vino de libro, de largo recorrido, para beber ya, pero que seguirá mejorando en la botella. De Rioja Alavesa a Castilla, con otro Jesús Madrazo Selección Ribera del Duero donde el enólogo pone también su impronta: «Allí lo habitual son varietales 100% de tinta fina (tempranillo) y criados en roble nuevo, pero yo trabajo con barrica usada, conun poco de uva blanca (albillo real) y un 8% de garnachas centenarias que encontré en la zona de Burgos». El resultado, un Ribera que 'pesa' menos de lo habitual y que se 'goza' más por su elegancia.
Madrazo devolvió el testigo a Jorge Muga para presentar su THIOM Blanco 2020, una bocanada de frescura de un vino con una entereza espectacular (garnacha y maturana blanca a partes iguales), incluso catado después de la concentración y potencia de un Ribera del Duero: «En Rioja nos ha tocado la lotería con la maturana blanca, es una variedad propia y extraordinaria que combinaa la perfección con la viura y con la garnacha». En el caso del THIOM la largura que aporta la garnacha se combina con la anchura en boca de la maturana: «Eso es lo que define a un vino redondo», describió el viticultor.
Y, por si fuera poco, para terminar una 'bola extra' fuera del programa. Un varietal de garnacha centenaria de Manjarrés, Majada de Reyes 2021, de Bodegas Muro (Lapuebla), con cuya familia propietaria trabaja Madrazo: «Esto no estaba previsto en el guión, pero quería terminar la cata con una sorpresa, con este gran vino de viejísimos garnachas del Najerilla, incluida garnacha gris que elabora la familia Muro y que demuestra que las posibilidades en Rioja son inagotables».
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