Cata con Altanza: vinos de guarda, de finca y una saca de lujo jerezana
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La bodega de Fuenmayor reabre la temporada el próximo 17 de octubre con un completo repaso a su gama 'clásica', moderna y una solera histórica de JerezSecciones
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La bodega de Fuenmayor reabre la temporada el próximo 17 de octubre con un completo repaso a su gama 'clásica', moderna y una solera histórica de JerezNacida en 1998 por iniciativa de un grupo de cinco empresarios de Logroño, Madrid, Guipúzcoa y de Rioja Alavesa, Bodegas Altanza es un especialista en la elaboración de reservas. Lo hizo siguiendo su propio 'credo', con tempranillo, roble francés y viñedo propio o de proveedores muy cercanos de Fuenmayor y Lapuebla. Altanza elabora cuatro reservas (uno de ellos etiquetado bajo la colección de grandes pintores españoles), pero desde hace años lleva trabajando en la parcelación de su finca Valvarés (130 hectáreas) en Galilea, con diferentes suelos, altitudes y microclimas, lo que le ha permitido ampliar su portfolio de vinos.
Carlos Ferreiro, enólogo de la casa desde su origen, protagoniza el próximo 17 de octubre (20 horas en el hotel Gran Vía) el regreso tras la vendimia del club de catas de lomejordelvinoderioja.com. (Puedes apuntarte aquí)«El menú que hemos preparado lo podemos dividir en tres partes: la primera, por los vinos por los que somos más conocidos; una segunda, con vinos de carácter más parcelarios, frutales y 'modernos' por decirlo de alguna manera, y una sorpresa final, un amontillado jerezano que estoy seguro no dejará indiferente a nadie de la exclusiva colección Roberto Amillo».
Un menú muy completo que comenzará con Altanza Sauvignon Blanc 2023, un varietal de esta uva francesa autorizada en Rioja desde el año 2007 y con el que la bodega ha tenido un gran éxito como vino de rotación:«Es una variedad que cultivamos en una parcela propia, que plantamos a unos 500 metros de altitud y con limitada exposición solar». «Empezamos con un 50% de viura y luego decidimos elaborarlo como varietal y hoy en día es un vino con mucha demanda».
La cita Jueves 17 de octubre en el hotel Gran Vía a las 20 horas, con plazas para los primeros inscritos en Oferplan y lomejordelvinoderioja (20 euros) y dos invitaciones dobles a suscriptores de larioja.com ON+.
Los vinos de la cata Altanza Sauvignon Blanc 2023, Altanza Reserva 2017, Altanza Gran Reserva 2015, Valvarés de Altanza 2019, Uva por Uva de Altanza 2019 y Amontillado Colección Roberto Amillo.
Tras el aperitivo, Ferreiro propone Altanza Reserva 2017: «Utilizamos tempranillos de varios viñedos de Galilea, Murillo y Fuenmayor y es un vino al que poco a poco hemos ido quitando barrica, aun manteniendo una crianza larga, porque buscamos la fruta pero también la complejidad y elegancia del roble francés».
Es el caso también de Altanza Gran Reserva 2015: «Estos vinos, tradicionales de Rioja han quedado como un nicho para exportación». «Es una producción de 15.000 botellas –continúa–, con mucha selección de uvas y con roble francés como el anterior, aunque también un pelín de americano en un guiño a la crianza tradicional riojana». Ferreiro ya avanza que «habrá madera y ahumados, pero también fruta, ya que nuestro concepto de 'clasicismo' es de vinos limpios y francos en los que la uva sigue siendo la principal protagonista».
Valvarés de Altanza 2019 es un vino de la finca principal en propiedad de Galilea que abastece a Bodegas Altanza: «Lo voy a poner detrás del reserva y el gran reserva porque es otro concepto, con mayor presencia frutal y una menor crianza». «Es algo –continúa– que nos estaba demandando el mercado y que, más que para una rotación de barra como nuestro crianza Edulis, está pensando como vino gastronómico porque tiene su intensidad».
A continuación, Altanza Uva por Uva 2019, parcelario de Hacienda Valvarés con desgranado: «Es de la parcela Tomillares, entre Galilea y Murillo y de un suelo que nos llamó la atención por su frescura, en la zona más alta también de la finca, que ha sido muy bien recibido por la crítica internacional y con el que queríamos ir un paso más allá. Un vino de terruño en el que hemos puesto todo el cariño».
Como broche final, el enólogo ha elegido Amontillado Colección Roberto Amillo –de la bodega que Altanza abrió en Jerez en la que colabora uno de los mayores coleccionistas de vinos y brandys jerezanos–:«Es una saca de una solera de más de 30 años, en este caso de 800 botellas de medio litro». «Lo he elegido porque en el amontillado se producen las dos crianzas, la biológica (velo en flor) y la oxidativa, pero que nadie espere ni la más mínima comparación con un Rioja o o un vino tranquilo en general», explica entre risas. Jerez hace vinos únicos en el mundo:«Son vinos extraordinariamente complejos y una oportunidad para conocerlos».
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