Carlos Mazo, en un momento de la presentación de anoche en el hotel Gran Vía J.Rodríguez

Club de catas

Carlos Mazo: vinos que lo dicen todo

El viticultor de Aldeanueva sorprende con una cata emotiva y reinvindicativa de su zona, su pueblo y de las garnachas de Rioja Baja

Alberto Gil

Logroño

Jueves, 10 de abril 2025, 14:00

Carlos Mazo (Vinos en Voz Baja) forma parte de una nueva generación de viticultores, cosecheros más bien, que están redescubriendo y reescribiendo la región vitícola. Hablan poco de los vinos –en sus etiquetas no hay más referencias que su nombre, el de Rioja y el de Rioja Oriental–, pero investigan a fondo los porqués de las viñas. Tal y como explicó el viticultor de Aldeanueva, no buscan la perfección en la elaboración ni en el producto final, sino la pureza de una zona, de un pueblo o una parcela: «No me importa que en determinadas cosechas se me vean las costuras», confesó Carlos Mazo.

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El viticultor trabaja de forma artesanal, sin frío industrial ni despalilladora, las seis hectáreas en secano de las pequeñas explotaciones de su padre y de su suegro, por lo que sus vinos, pese a estar perfectamente definidos, están sometidos al dictado de clima. Elabora algo menos de 25.000 botellas, que, con mucho esfuerzo, ha logrado colocar en selectas vinotecas y restaurantes de España y del mundo: «Aspiro a estar en las mesas de los grandes aficionados o consumidores de vinos. Estoy en una región histórica, en una zona de talla mundial y trabajo con las garnachas del norte de España, que para mí son las mejores del mundo con estos suelos calcáreos y altitudes medias, así que por qué no aspirar a eso».

Cata con Carlos Marzo. Justo Rodríguez

La cata

Carlos Mazo presentó el jueves por la noche para el club de lomejordelvinoderioja.com su colección completa de vinos. Comenzó con Outsider 2023, el primer vino que elaboró el viticultor: «Habla de mí porque yo era un outsider cuando empecé y lo hice como se hacía antaño en mi pueblo, con las garnachas de la familia que luego afinaba en damajuanas en la cochera de mi padre». El vino ha ido evolucionando. De ser un 100% garnacha originalmente, en la cosecha 2023 incorpora en un 50% los tempranillos que Carlos Mazo echaba antes en pequeñas proporciones a otros de vinos: «Pero sigue teniendo ese espíritu de vino de cosechero, fino, fácil de beber, puro y sin mayores complicaciones».

Los vinos y sus precios

  • El Outsider 23 17 euros.

  • Costumbres Blanco 2023 18 euros.

  • Costumbres Tinto 2023 18 euros.

  • Barrio Pastores 2023 25 euros.

  • NacelaSierra 2022 y 2023 50 euros.

Costumbres Blanco 2023 es uno de los dos vinos regionales, que Carlos elabora con las viuras, calagraños (paseras) y garnachas royas de las plantaciones mayoritarias de tinto, por lo que apenas salen 2.200 botellas: «Mis viñas están en Autol, Aldenueva, Rincón y Alfaro, donde Yerga sobre todo, pero también los Agudos, son las sierras que van a definir el terruño», aclaró el viticultor. Costumbres es un blanco austero que no destaca por su paleta aromática ni por una acidez marcada, pero que sí conforma un conjunto muy agradable, especialmente en boca: «Para mí –describió Mazo–, es un blanco sencillo, inspirado en la elaboración clásica de Rioja».

Costumbres Tinto 2023 viene de las mismas parcelas que el blanco de la zona 'regional' de Carlos Mazo. Garnacha casi en su totalidad, con tinta velasco: «Es el vino más importante de la bodega [casi 14.000 botellas] con la idea de respetar lo que yo entiendo que es una garnacha de Rioja Oriental, de esta zona de Yerga». En la copa es amable, expresivo y, como todos los vinos del viticultor, muy puro, directo y sin más pretensiones, que no son pocas, que agradar y disfrutar del trago.

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Barriopastores 2023 es un homenaje a Aldeanueva, el vino de pueblo, apenas 3.000 botellas con las Carlo Mazo clava el concepto de garnacha fina y tradicional del municipio: «Algunos piensan que en la Aldea nos inventamos las viñas en los años 90 del siglo pasado, pero a finales del siglo XIX, en la época dorada hasta la filoxera, había 30 cosecheros, 60 bodegas y 1.500 hectáreas y lo que aquí se cultivaba casi en exclusiva era garnacha», recordó. Barriopastores es un gran vino, fino, elegante, delicado y, pese a su aparente sencillez, con mucho mérito porque continúa siendo refrescante pese a las condiciones de calor casi extremo de las últimas cosechas. Hay grado alcohólico en las garnachas de Carlos Mazo, algo propio de una zona mediterránea y cálida, pero lo que hay sobre todo es una finura sobresaliente y una combinación muy características de fruta roja con monte bajo.

Los parcelarios

NaceLaSierra es el vino de parcela de Carlos Mazo: «Todo viticultor tiene una viñita que es la mejor, la más regular cada cosecha y, aunque a mí me costó elegirla, tenía que ser esta, la Yasa de las Cuevas, en la sierra de los Agudos». El nombre del vino cambia a NaceLaSierra en referencia a esa altitud media de la parcela en la sierra de los Agudos (algo más de 500 metros), pero que nada tiene que ver con los 300 metros a que bajan los tempranillos más cercanos al río. Carlos cultiva en dicha parcela garnacha (50%), tinta velasco (30%) y calagraño (20%), uvas que van en las mismas proporciones al vino.

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El viticultor presentó NaceLaSierra en las únicas dos cosechas en el mercado (2022 y 2023): «Todo es igual, son las mismas uvas, pisadas con raspón y maduradas en hormigón y en una tina de 3.000 litros, así que la diferencia es la añada». Y diferencia la hay: más redondo el 2022, incluso más amable, y algo más fresco y directo el 2023, pero en ambos casos dos grandes vinos, muy estimulantes, ricos aromáticamente, de tanino muy fino y que fluyen por la garganta. Nada que ver con los en su día 'top' superestructurados: ésta, la de los cosecheros del siglo XXI, es otra generación y otra historia.

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