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Remolque de uva blanca, la más demandada esta vendimia. SONIA TERCERO
La añada más corta del siglo
Vendimia

La añada más corta del siglo

La recogida acaba con 275 millones de kilos de uva, mermada por la cosecha en verde, pero sobre todo por la naturaleza

Alberto Gil

Logroño

Domingo, 13 de octubre 2024, 08:10

La naturaleza es sabia pero no hace prisioneros. La muy escasa producción de 2024, que será la cosecha más corta del siglo, con unos 275 millones de kilos de uva, ha dado un hachazo en la maltrecha rentabilidad de los viticultores, pero supondrá un alivio colectivo porque, pese a que las ventas de vino continúan apenas ligeramente por encima del año pandémico 2020, al menos una producción tan corta permitirá aliviar ligeramente el desequilibrio de existencias sin vender de cosechas anteriores.

Según los datos del Consejo Regulador, hasta el pasado viernes se habían recogido 274 millones de kilos de uva y apenas si queda algún racimo en las cepas, por lo que será incluso más escasa que la del año 2002, cuando se recolectaron 284 millones de kilos, pero entonces con 12.000 hectáreas productivas menos. Parte de la merma procede por supuesto de la cosecha en verde, que permitió dejar fuera de producción 7.273 hectáreas, pero sobre todo lo que ha sorprendido a propios y a extraños es una cosecha realmente escasa, muy inferior a la que se esperaba a primeros de septiembre.

De hecho, sigue sobrando vino tinto, pero no blanco. Con unos rendimientos autorizados del 100% para este color (9.000 kilos por hectárea) apenas se han recogido 39 millones de kilos, frente a los más de 50 millones que se recolectaron en 2023, con lo que no de extrañar que haya habido bodegas buscando uva blanca y que las expectativas sobre los graneles de este color apuntan a una elevación considerable de los precios de la cántara de 2024. También se espera una, al menos ligera, recuperación de los graneles de tinto por la escasez general de uva, lo que puede aliviar a muchas cooperativas en situación crítica por las dificultades y los precios de saldo del poco vino que se movió internamente en 2023.

En cifras generales, los 275 millones de kilos de uva están muy por debajo del potencial máximo que, con 59.675 hectáreas productivas (eliminadas las de cosecha en verde), era de 368 millones de kilos de uva. A falta de determinar cuántos de los 275 millones de kilos son amparados finalmente, el rendimiento de campaña será muy inferior al de 2023 y la producción de vino tinto se quedará reducida a unos 163 millones de litros, junto con otros 27 de blanco. Es decir, apenas 200 millones de litros, cuando se están vendiendo alrededor de 235 en cifras interanuales hasta ahora. En cuanto a la calidad, del muy bueno al... muy justo. Septiembre ha sido horroroso, con mucha lluvia en momentos críticos y la botrytis ha presionado mucho, aunque también habrá vinos extraordinarios. Estas son las sensaciones por zonas.

Las claves

200 millones

de litros de vinos se elaborarán aproximadamente de la cosecha 2024.

235 millones

de ventas, en cifras interanuales, son los que están comercializando Rioja.

Rioja Oriental. Desde Tudelilla, David Bastida (Bodegas Ortega Ezquerro) apunta que «no hay término medio»: «Va a haber vinos muy buenos y otros bastante malos». «La otra característica –continúa– es que a nosotros nos ha faltado un 40% de la uva, e incluso en las zonas más productivas de regadío creo que, quizás por primera vez, no han llegado a llenar las cartillas». Bastida diferencia en su zona «las garnachas de la parte alta de Tudelilla, con muy poca cosecha pero buenísimas, mientras que en el caso de los tempranillos de la zona más baja metí la máquina tras las lluvias de San Mateo para ir rápido y garantizar la sanidad».

El enólogo explica: «Prefiero uvas un poco verdes que con problemas sanitarios porque lo primero tiene arreglo, pero lo segundo, no». Bastida ya ha descubado depósitos e insiste en la sensación inicial: «Algunos, buenísimos y otros, no tanto, pero la principal enseñanza es que si necesitamos cosechas de 275 millones de kilos me da la sensación de que son las que vamos a tener, así que los viticultores van a tener que acostumbrarse». «Nos va a regular el mercado, el Consejo o mi prima, pero no van a ser pocas las hectáreas de cultivo que se van a abandonar».

Vino blanco

La producción de uva blanca se sitúa en 39 millones de kilos, frente a los 50 de 2023

Rioja Alavesa. Carlos Fernández (Bodegas Tierra, en Labastida) finalizó la vendimia el pasado martes: «Creo que en esta zona hemos tenido suerte, de Samaniego hasta Briñas la incidencia de la botrytis ha sido escasa y, sobre todo en las zonas altas, creo que puede haber una muy buena cosecha». «A mí –continúa–, los vinos que estamos sacando de los depósitos me recuerdan a los de 2010, que fue una añada fantástica».

Fernández comparte la sensación general: «La escasez ha sido tremenda, en nuestro caso estamos hablando sobre el 60% de lo que teníamos en cartilla y, aunque es muy duro para el viticultor porque no va a haber rentabilidad para la gran mayoría, vamos a ver si permite animar un poco el mercado». El viticultor de Labastida insiste en que «ha habido de todo esta vendimia, pero nosotros no nos podemos quejar y hemos podido trabajar seleccionando parcelas y momentos, tanto en tinto como en blanco. Hay que pensar en intentar hacer los mejores vinos posibles y eso implica mejorar en la viña».

«No hay término medio: habrá vinos muy buenos y también malos»

David Bastida

Ortega Ezquerro (Tudelilla)

«En mi zona me gusta mucho pero apenas hemos llegado al 60% del cupo»

Carlos Fernández

Bodegas Tierra (Labastida)

«Tuvimos helada en primavera y, al final, no sé ni se llegaremos al 40% del papel»

Berta Valgañón

B. Berta Valgañón (Cuzcurrita)

Rioja Alta. En la zona de los Obarenes las sensaciones de Berta Valgañón (Cuzcurrita) son dispares: «La uva está buenísima. Especialmente la más pegada a los Obarenes ha estado perfectamente aireada, ha asimilado muy bien las lluvias, que no han sido tan intensas como en otras zonas, y yo creo que saldrán vinos espectaculares». «Eso sí –continúa–, la producción ha sido bajísima. A nosotros, nos afectó la helada en primavera y, sobre todo en los viñedos más viejos, ha salido muy poca, pero muy poca uva». De hecho, la viticultura cifra «en un 40% de mi cupo si contamos la helada y con la sorpresa final porque esperábamos poca, pero no tan poca». «Fue mi madre –agrega– quien a primeros de septiembre ya me advirtió: chiquilla que aquí no hay uva... Y al final llevaba razón». Berta Valgañón verá reducida la producción de Pretium, que elabora con sus viñedos centenarios, pero sí espera «una calidad extraordinaria especialmente para esa gama».

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