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Vivanco Enoturismo y Experiencias S.L. se suma al proyecto del Centro de la Cultura del Vino de la capital. La Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Logroño ha aprobado, en su última sesión, adjudicar el comisariado, la coordinación y la ejecución ... de cuatro proyectos artístico-culturales a Vivanco Enoturismo y Experiencias por 200.000 euros con los que se desarrollarán estas iniciativas durante los años 2023-2024. El procedimiento que se ha empleado es el negociado sin publicidad por razones de exclusividad artística y/o técnica previstas en la Ley de Contratos del Sector Público.
¿En qué consisten estos proyectos? Se trata de exposiciones, dos al año, que vendrán de la mano de actividades paralelas, confirmó Santiago Vivanco, desde la misma entidad. Aunque el CCR no es un museo, se va a buscar que la parte museográfica cuente con exposiciones muy interesantes que hagan repetir a quienes ya han ido, que muevan mucha gente en torno al edificio y se amplíe el ambiente de vino en la capital, indicó Vivanco, responsable del Museo Vivanco de Briones. Los detalles se harán públicos en los próximos días.
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María José Lumbreras
El contrato entre las partes se firmará en un plazo no superior a quince días desde que el licitador reciba la notificación del acuerdo.
El acuerdo entre las partes, negociado durante meses, anima una inminente apertura del inmueble, que ya tiene los contratos precisos para su puesta en marcha, tras quedar desierto hace unos días un concurso que buscaba la cesión de la segunda planta del edificio durante ocho años para que, desde la misma, se impartiera formación sobre transformación digital y de innovación del enoturismo y del sector agroalimentario. Se buscaba, para ello, una firma acreditada para poder impartir formación reglada oficial de grado universitario o equivalente, máster o posgrado universitario o formación con certificado de profesionalidad de nivel 3.
En cualquier caso, hace un tiempo se anunció que la Escuela Riojana de Sumillería -bautizada como Ciudad de Logroño- tendrá un hueco en el futuro Centro de la Cultura del Rioja.
El CCR ya se abrió hace años con una exposición y salas de eventos, en aquella ocasión a través de la fórmula de concesión administrativa, si bien se cerró en 2016 y ha permanecido clausurado desde entonces. El hecho de que vaya pasando el mandato sin apertura ha ido generando tensiones en el Gobierno local, compuesto por tres grupos políticos -PSOE, UP y PR+-, dado que uno de ellos, el regionalista, no deja de afear la demora.
La memoria económica del Centro de la Cultura del Rioja que maneja el Gobierno local y que fue aprobada hace unos meses por la Junta de Gobierno preveía para esta dotación un uso polivalente que engloba diferentes actuaciones de índole cultural, turística y formativa con la cultura del vino como eje vertebrador.
El modelo de gestión planteado para la reapertura del Centro de la Cultura del Rioja «permite que la administración municipal tenga el control de su funcionamiento y óptima gestión», indicó en su momento el portavoz municipal, Kilian Cruz-Dunne.
A su vez, para garantizar su viabilidad económica, la memoria incidía en la necesidad de consignar la dotación presupuestaria acorde y que asciende a 1.032.927 euros al año.
La única propuesta presentada se ha descartado por no ajustarse a los requerimientos establecidos en el pliego y, así, la Junta de Gobierno local ha declarado desierto el proceso de licitación por el que Logroño aspiraba a contar con un sistema de ayuda a la explotación y ticketing del servicio municipal de transporte urbano de 1.887.624 euros (IVA incluido) financiado por los fondos Next Generation del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
En este proyecto, la capital riojana va de la mano de Valladolid, Valencia, Vitoria, Gijón y Fuenlabrada conformando una agrupación conocida como 'Ciudades Conectadas' y que quiere desarrollar conjuntamente una plataforma para gestionar la movilidad urbana.
Se trataba de que un ciudadano de Logroño, una vez registrado en la plataforma y asociado un medio de pago, pudiera comprobar el estado del tráfico, coger un autobús gestionado o alquilar un servicio de bicicleta compartida.
Pero también consiste en que el vecino logroñés también pueda usarla en las otras ciudades, de manera que en Valladolid no necesite ningún alta nueva y pueda acceder a la Zona de Bajas Emisiones de la capital si su vehículo cumple con las condiciones de la ciudad o, en Valencia, pueda subirse a los vehículos de la EMT (Empresa Municipal de Transportes) o alquilar una motosharing, todo en una única aplicación, con un solo registro y con un único método de pago. El proyecto, en su conjunto, tiene un presupuesto de 27,7 millones de euros.
El Ayuntamiento de Logroño tiene además en proceso de licitación, en lo que a transporte urbano se refiere, la adquisición de un sistema informático de ayuda a la explotación y gestión del billetaje de los autobuses municipales por un importe máximo de 1,56 millones de euros sin IVA.
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