Toda una vida en Portales

«He sido muy feliz durante los 49 años que he dedicado al comercio de Logroño, siempre en la calle Portales. El trato con mis vecinas de tienda ha sido maravilloso, siempre nos hemos apoyado muchísimo», señala satisfecha de haber podido alcanzar la jubilación y de que ningún otro motivo le haya llevado a echar el cierre de su negocio que, por otra parte, «goza de buena salud» y al que le gustaría que alguien diera continuidad «y, a poder ser, con el mismo nombre».

Especializada en la venta de vajillas, cristalerías, figuras, muebles auxiliares etc. su punto fuerte siempre fueron las listas de boda y de empresas, aunque con el paso de los años y el cambio de hábitos tuvo que dirigirse a una oferta más amplia. «Ahora los jóvenes cuando se casan ya no quieren regalos, prefieren dinero para viajar», comenta.

Las vivencias que deja atrás «son impresionantes», toda ellas ligadas a una calle llena de vida como el mismo local que ha albergado su tienda. «Hace 80 años estuvo el famoso bar Cantábrico, famoso por el acuario con marisco vivo que tenía en el escaparate, y después estuvo durante muchos años Electricidad Osaba».