Valbuena retomará por fin las visitas guiadas en marzo tras reabrir para colectivos ya desde este febrero

No fue en 2020, no. Ni tampoco en 2021. Y lo del 2022 fue un quiero y no puedo. No fue ni para cuando estaba inicialmente previsto ni para cuando se aplazó posteriormente... ni tan siquiera cuando se podía prever tras tantos plazos incumplidos. Hasta ahora, eso sí, cuando los restos del convento y todo lo que los rodea serán visitables de nuevo.

El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, ha acudido este viernes al recinto tras su acondicionamiento y últimas intervenciones en unas 'ruinas' datadas entre los siglos XII y XIX, en una presentación en la que también han participado los concejales Adrián Calonge, Beatriz Nalda, Kilian Cruz-Dunne, Rubén Antoñanzas y Amaia Castro (en representación de PSOE, UP y PR+ como socios del equipo de Gobierno).

Los trabajos de recuperación y consolidación, definitivamente concluidos a la espera de futuras fases, han sido también conocidos por miembros de la Universidad Popular de Logroño (que participará en su difusión), de diferentes asociaciones culturales, vecinales y de la Delegación de Defensa en La Rioja, vecina al 'resucitado' yacimiento.

«Estamos ante un ejemplo claro de recuperación de nuestro patrimonio en una acción que, además, aporta una mayor visibilidad a nuestra historia. Con este proyecto no solo recuperamos las raíces de nuestra ciudad, sino que la hacemos accesible para los logroñeses, así como para los turistas que nos visitan», ha dicho Hermoso de Mendoza, recordando que la última vez que se pudo contemplarse fue con un Gobierno de coalición (de PSOE y PR) con Tomás Santos al frente para posteriormente ser olvidado durante las dos legislaturas del PP y Cuca Gamarra como regidora.

Así, y según se ha adelantado, durante el mes de febrero las visitas estarán destinadas a colectivos, asociaciones y otras agrupaciones y serán realizadas por el propio concejal de Patrimonio, Adrián Calonge.

Y será ya a partir del 3 de marzo, y hasta el 30 de junio (con reserva previa desde el 27 de febrero), cuando cada viernes se realizará una visita a las 17.00 horas (salvo Viernes Santo y el Día de La Rioja), que contará con las explicaciones de los arqueólogos que excavaron en su momento el yacimiento y han supervisado su proyecto de recuperación y consolidación, Juan Manuel Tudanca y Carlos López de Calle.

Para reservar plaza en estas visitas, gratuitas y de aforo limitado, es necesario registrarse en la página web de la Universidad Popular de Logroño (www.universidadpopular.es) y, a continuación, acceder al apartado 'Eventos', desde donde se podrá realizar la inscripción. Para cualquier aclaración o duda con la inscripción, el teléfono de la UPL es el 941 232 994 y su horario de atención presencial, de lunes a jueves, es de 9.30 a 14.00 y de 17.30 19.30 horas.

«Este yacimiento supone un recorrido por la historia de Logroño, desde el siglo XII hasta el desarrollo urbano de la ciudad a finales del XIX. Por ello, el objetivo de estas visitas es poder explicar y divulgar los restos de este recinto, su historia y cómo se han llevado a cabo los diferentes trabajos para la restauración y adecuación de este espacio, cerrado al público desde el año 2011», ha puesto de manifiesto el concejal de Patrimonio, Adrián Calonge.

Atrás quedan tiempos de idas y venidas. Días que llevaron a que justo cuando la intervención estaba llegando a su fin, con las entonces actualizadas previsiones de abrir en el verano de 2021 tras no pocas vueltas, apareciesen nuevos restos que lo retrasaron todo.

La actuación en origen se dividía en dos ámbitos: el convento como tal construido entre los siglos XV y XVI, incluyendo la iglesia con su primitiva cabecera del XII-XIII; y los restos de la muralla napoleónica del XIX. Sin embargo, tales hallazgos llevaron a alterarlo todo a fin de investigarlo antes de mostrarlo.

Así, hay alguna sorpresa pues el conjunto, delimitado por los actuales edificios de la Comandancia, el parking de la desaparecida calle Intendencia, el parque del Ebro y General Urrutia, conserva entre sus piedras tanto el calado como parte de la arquería del claustro del convento, esta última utilizada como cimentación para posteriores edificaciones. Dos joyas excavadas, de las que solo se mostrará la segunda. También se incluyen restos de un molino o de un baluarte.

El recorrido cuenta con varios paneles informativos con contenidos documentales a los que se accede a través de diferentes códigos QR. Y, de cara a darlo a conocer, se ha elaborado una guía didáctica pensada para futuras visitas escolares, que también están abiertas.

Durante los trabajos de recuperación y rehabilitación se ha realizado una importante labor de consolidación de los elementos pétreos, especialmente la primitiva iglesia, los muros del convento, el recinto amurallado y la zona del calado que permanecerá, por ahora, cerrado por seguridad; así como una limpieza y tratamiento de los elementos bióticos que afectan al yacimiento con intervenciones 'quirúrgicas' en aquellos lugares donde el desbroce no haya conseguido eliminarlo.

En cuanto a los restos de la muralla napoleónica del recinto, se ha eliminado el talud de tierra de su base para facilitar su conservación y mostrar sus muros, de unos siete metros de altura en su punto más alto y, por lo tanto, la integración en el conjunto arqueológico que bien merece la pena una visita, de 45 minutos concretamente, tras tan larga espera.