Una apuesta por una urbe «más verde, digital y justa»

Logroño acoge desde este jueves el 'diálogo' bautizado como 'El futuro de las ciudades', foro que organizan el Gobierno de España, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea donde se tratará de dar respuesta a los retos urbanos que ha acelerado la pandemia del coronavirus y que tendrá continuidad durante la jornada de este viernes. Y es ahí donde aparece la capital de La Rioja. «Las instituciones queremos venir a las ciudades donde se están haciendo bien las cosas», ha dicho Andrés respaldando lo hecho en el municipio en los últimos años.

Precisamente esa aspiración continua a figurar en la cabeza de las ciudades «del buen vivir» ha sido valorada por el primer edil logroñés para dar por inaugurado el debate. «La labor del cargo público no es contentar a toda la ciudadanía, sino velar por el interés general», ha remarcado la jefa del Ejecutivo autonómico consciente de las dificultades que tienen las autoridades para «convencer a los ciudadanos de los enormes beneficios» que tienen determinados cambios como ser más peatones que conductores.

La necesidad de avanzar hacia entornos urbanos más vitales, seguros, sostenibles y sanos fue la idea sobre la que ha girado buena parte de lo programado. Expertos y políticos –entre ellos varios alcaldes de distinto signo– apuestan, al menos sobre el papel, por ciudades «más verdes, digitales y justas» de cara al siglo XXI. Así lo ha sintetizado el jefe de gabinete de la Comisión Europea de Cohesión y Reformas, Hugo Sobral.

La titular de la cartera de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha abogado, al respecto, por un «nuevo contrato social» que fomente un «nuevo urbanismo» y «diseños urbanos en los que se coloque a las personas y al medio ambiente como centro de las actuaciones». Por ello, ha defendido la necesidad de «establecer las bases que fomenten la cohesión, impulsen una movilidad equilibrada, regeneren espacios públicos y garanticen el derecho a una vivienda digna y asequible». Y, en ese sentido, se ha decantado por «ciudades más sostenibles, más habitables, cohesionadas, más digitales, en definitiva, más humanizadas, que sean el primer espacio para combatir las desigualdades, la falta de cohesión y el cambio climático».

Los 'Diálogos sobre el futuro' son una iniciativa a través de la cual la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia y otras 70 instituciones públicas (ayuntamientos, fundaciones, gobiernos autonómicos y universidades) quieren contribuir a esa mirada técnica, científica, económica y social, impulsando conversaciones plurales e informadas sobre lo que espera a España y a la UE en el mundo poscovid.

Los mismos tendrán lugar entre septiembre y noviembre del presente año en 17 ciudades de las 17 comunidades autónomas e incluirán 100 mesas de debate, 37 talleres y numerosas reuniones de alto nivel en las que participarán más de 500 ponentes y todos los ciudadanos que quieran sumarse de forma presencial o virtual.

«La UE resurge con mucha ambición tras la pandemia, para reinventarse en clave verde, digital y social. Es urgente y necesario para ello poner esas 'luces largas'», ha sido el mensaje lanzando por parte de los representantes europeos. Se ha hablado de lo que está por venir y, entre ello, de sostenibilidad. De «liberar a las ciudades de la tiranía del vehículo privado, que nos ha hurtado espacios y que nos deja como tributo elevadas emisiones de gases de efecto invernadero», según la ministra Sánchez. «Todo el mundo sabemos lo que hay que hacer, pero la pregunta es cómo hacerlo», ha contextualizado el presidente de la Fundación Ecología Urbana y Territorial, Salvador Rueda. Soluciones «técnico-científicas» hay, tal y como ha constatado el también director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, «aunque dependen de la valentía de los políticos, entendiéndose por valentía ser capaces de llegar a acuerdos y que la gente entienda que urgen determinados cambios en nuestro estilo de vida». Rueda, defensor de la 'ciudad de los 15 minutos', ha podido comprobar que se trata de un concepto ampliamente compartido.

«El gran reto de las ciudades es que todos los ciudadanos vayamos andando o en bici a los lugares que necesitamos y que tenemos cerca», ha fijado Francisco Cuenca, alcalde de Granada, quien ha dicho que «se puede y, además, estamos obligados a ello». Algo que roza el desafío en casos como Toledo, donde su alcaldesa, Milagros Tolón, ha puesto de manifiesto el problema añadido que supone un casco histórico que lo domina todo de cara a la modernización de urbes 'Patrimonio de la Humanidad'.

Cómo mejorar el acceso a la vivienda digna, dejando claro que «en España tenemos un problema al respecto», y si pasa la movilidad del futuro por una ciudad sin coches, con un 'mano a mano' entre los alcaldes de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández, y Zaragoza, Jorge Azcón, han sido otras de las preguntas planteadas.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Antonio Azcón Navarro, lo tiene claro. «La movilidad es lo que va a transformar el futuro de las ciudades», dice quien lo explica asegurando que antes lo importante era el urbanismo y hoy la concejalía de mayor peso es la de Movilidad y Sostenibilidad o Medio Ambiente. «En ciudades como Logroño o Zaragoza lo importante no es el coche ni siquiera las bicicletas, sino la gente que camina... y hay que pensar cómo hacerlo aún más sencillo y transitable». Azcón defiende el uso de la tecnología para mejorar la movilidad, en todos los sentidos, y cree que la mayor transformación vendrá de los fondos europeos para construir la misma. «No gastar, sino invertir bien... la convocatoria está ahí, y ahora todos los ayuntamientos compartimos ese reto», ha asegurado.

La ciudad de los 15 minutos es un concepto urbano popularizado por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. En 15 minutos a pie o en bicicleta de su casa, los habitantes de la ciudad pueden tener acceso a la mayoría de sus necesidades esenciales, y se ha descrito como un «regreso a un modo de vida local».

El presidente de la Fundación Ecología Urbana y Territorial, Salvador Rueda, ha defendido un concepto «que está teniendo mucha fortuna, basado en dos claves, el tiempo y la distancia, y que es muy propio de nuestra ciudad mediterránea, una ciudad compacta, en la que todo lo tenemos cerca, y compleja, es decir, mixta en usos».

«Son esas ciudades las que deberíamos reivindicar porque son parte de nuestro patrimonio», ha sentenciado Rueda, quien ha incidido en que «hay hasta seis necesidades básicas, relacionadas con la alimentación, la farmacia, la educación, etc., lo que nos permite vivir en un lugar con todo lo básico a nuestro alcance, y que deberían estar a menos de 300 metros, o sea, cinco minutos». Y, en el caso de los equipamientos, «todo lo relacionado con el deporte, la sanidad, etc., deberían estar a menos de 600 metros, es decir, a no más de 8 minutos, pues la habitabilidad tiene que ver al final con la proximidad».

«No somos la ciudad sin coches, pero tenemos claro que la ciudad no es para los coches, que solamente deben entrar los necesarios para que funcione, y son muy pocos». El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, ha recordado este jueves que, en su caso, ya apostó «hace 22 años por ganar espacio público para los ciudadanos y sacárselo al vehículo privado», de modo que desde 1999 el centro histórico está peatonalizado, desde 2010 es 'Ciudad 30', y las plataformas únicas o de prioridad peatonal están limitadas a 10 km/h. 10 años sin un muerto en accidente en el casco urbano que, a su juicio, hacen de Pontevedra una ciudad «más atractiva, más agradable, más sostenible y hecha para las personas». «Siempre hay oposición, pero no deja de ser una decisión política», ha concluido.