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Acción-reacción. El Ayuntamiento de Logroño informó ayer martes de que las cinco motocicletas de la Policía Local, dos de gran cilindrada y tres 'scooter', habían superado esa misma mañana la Inspección Técnica de Vehículos. Algo que no hubiese sido noticia si antes UGT Servicios ... Públicos no hubiese denunciado que las mismas estaban siendo utilizadas «con la ITV caducada».
El sindicato, vía comunicado de prensa, advertía de que el cuerpo de seguridad local de la capital de La Rioja «utiliza motocicletas con la ITV caducada desde hace meses», y en concreto «las cinco más utilizadas, las cuales se usan a diario». Así, desvelaba que «las tres 'scooter' con las que cuenta la Policía Local de Logroño han rebasado el plazo de inspección desde marzo; y las otras dos motocicletas de gran cilindrada, desde el pasado mes de febrero». Una denuncia que, a las pocas horas, recibía la siguiente respuesta municipal: «El Ayuntamiento informa de que las cinco motocicletas de la Policía Local han superado esta mañana la ITV».
Para UGT «es inaceptable que un vehículo municipal no cumpla con lo establecido para todos, pero es verdaderamente grave que ocurra con los vehículos policiales que sirven de medio operativo para que los propios policías hagan cumplir dicha norma entre los conductores».
Dichos vehículos, añadieron, «se están utilizando a diario entre las patrullas de tráfico, incumpliendo con la normativa vigente y lo que es más grave, poniendo en peligro la seguridad de los agentes que circulan con ellas, las cuales podrían sufrir deficiencias de seguridad en alguno de los elementos a supervisar por la ITV».
Al respecto, desde el Consistorio capitalino se precisaba que las citadas unidades, que se utilizan para el servicio de patrullaje, «se encuentran en perfectas condiciones para el servicio pues son inspeccionadas periódicamente por mecánicos profesionales». Y todo ello a la vez que, sin más explicaciones, se concluía con que «el gobierno local ha iniciado un proceso para analizar lo ocurrido y mejorar los protocolos internos y evitar que vuelvan a suceder incidentes de esta índole».
Desde UGT aprovecharon el caso para denunciar públicamente «la mala gestión» realizada en la compra o 'renting' de vehículos policiales. «Recientemente se han adquirido dos nuevas motocicletas chinas; de dimensiones enormes, dotadas de grandes maletas metálicas y de dudoso rendimiento duradero y óptimo», criticaron, junto a «deficiencias» en el último furgón de Atestados.
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