El TSJR condena a devolver el nombre de Santos Ascarza a la calle de la que se retiró

Esta historia comenzó cuando la asociación Familiares Caídos en Rusia recurrió el acuerdo municipal en la materia, el Consistorio rechazó el recurso por entender que no estaba legitimada para ejercer tal acción y el colectivo llevó el asunto a la justicia. El Juzgado de lo Contencioso número 1 también estimó que la entidad no podía emprender acciones y esta apeló al TSJR, quien consideró que sí, con lo que el Juzgado número 1 se tuvo que pronunciar y lo hizo a favor del Consistorio logroñés. De ahí el recurso que ahora se resuelve.

Para la Sala de lo Contencioso, «es innegable la legitimación de la asociación y debió reconocerse en vía administrativa». Analiza después el contenido del recurso, centrado en lo que para la asociación es la indebida aplicación del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica por parte del juez. En este sentido, se fija la sala en que este apartado de la ley dice que «las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la guerra civil y de la represión de la dictadura».

Y apunta que no encuentra que en este caso exista motivación que justifique, desde la perspectiva de los conceptos del artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica, que el mantenimiento de la calle constituya una exaltación de la sublevación militar, de la guerra civil o de la represión de la dictadura.

Dice además el tribunal que la decisión de modificar la denominación carece de una labor de estudio a la luz de los términos del artículo 15, «pues son estos y no otros los que justifican el cambio acordado por el Consistorio». «No hay referencia alguna en el expediente a la participación de José Santos Ascarza en la sublevación del 36 ni dato que avale la participación en la guerra civil o en la represión de la dictadura hasta su muerte en 1943». «Es hecho admitido la pertenencia del mismo a la División Azul, aunque no conste en el expediente y por tanto no forme parte de la motivación del acto administrativo. Sin embargo, parece ser la pertenencia a la División Azul, según la sentencia de instancia, la que avala la supresión de la calle dedicada a Santos Ascarza», continua el fallo.

Para el tribunal, «el acto administrativo carece de motivación y es solo en la vía judicial y en la sentencia cuando se hace referencia a la División Azul». «No es tarea de esta sala realizar disquisiciones históricas ni juicios de valor. Incumbe la tarea de examinar, con arreglo a los motivos del apelante, si la sentencia (la recurrida) ha hecho una correcta aplicación de la norma», concluye la Sala.