La torre de Ibercaja ya es de Logroño, que prevé que sea visitable dentro de una red de miradores
Patrimonio ·
La entidad bancaria entrega al Ayuntamiento las llaves de la parte alta del edificio de Muro de la Mata 1, en El Espolón, que incluye el reloj y la sirena
Y con la entrega de llaves no termina, sino que empieza todo. Ayuntamiento de Logroño e Ibercaja han formalizado este miércoles la donación de la torre del edificio de la entidad bancaria en El Espolón, espacio conocido por albergar el reloj y la sirena, que ... pasan ya a ser de propiedad municipal a todos los efectos. La firma de la escritura pública y su correspondiente inscripción registral a favor de la ciudad supone un antes y un después para el citado bien patrimonial.
La cesión de la parte alta del número 1 de Muro de la Mata, pasando el conjunto, con tales símbolos incluidos, a ser de todos, ha sido celebrado por el alcalde, Conrado Escobar, quien ha avanzado que ya se trabaja para que la torre (o torreón) sea visitable y se incorpore a la anunciada y futura red de miradores a la que se le irán añadiendo otros a lo largo del presente mandato.
«Ya hemos solicitado que pueda ser un bien de interés cultural con toda su protección, pero también queremos que se le dé un uso y por eso lo vamos a incorporar a la red de miradores inicialmente urbanos, caso de las torres de La Redonda o de San Bartolomé, a la que luego iremos añadiendo otros en la periferia, como en El Cortijo, caso de su 'torre isabelina', o en el monte de Cantabria», ha explicado Escobar.
«Estamos ante un mirador destacadísimo, que bien podría ser el primero. Y, de hecho, es nuestra intención que forme parte de un circuito emocional, un circuito turístico que pueda ser visitado y que desde ese reloj, al margen de disfrutar de su sonido, que es evidentemente un ingrediente emocional de Logroño, podamos apreciar sus vistas que son absolutamente inigualables», ha dicho el primer edil, cuya primera medida el pasado junio fue que la sirena volviese a sonar tras dos largos años silenciada.
Así se ha expresado Escobar tras recibir por parte del director territorial de Ibercaja en La Rioja (también en Burgos y Guadalajara), José Ángel Pérez, las llaves del mismo, un gesto que según éste «simboliza el compromiso y la conexión profunda de la antigua caja de ahorros, hoy banco, con los logroñeses». Ahora, y como ha quedado de manifiesto, «el compromiso de futuro» es que «no sea solo un elemento para la nostalgia de todos nosotros, sino de incorporarlo al patrimonio oficial de los logroñeses».
«Ibercaja ha hecho posible lo que era un anhelo compartido, por lo menos de gran parte de la ciudad de Logroño: poder disfrutar como bien propio de este reloj y esta torre profundamente simbólica». Y es que tales elementos, en palabras del regidor municipal, forman parte «del corazón de toda la Rioja, como es El Espolón, y marcan la memoria sonora de todo este paisaje urbano con este reloj y esa sirena que ha ido acompañando a muchas generaciones de logroñeses. Ahora nos corresponderá a nosotros del buen uso que tiene que tener este espacio», ha precisado.
Y es dentro de ese buen uso donde se prevén visitas «a la mayor brevedad», visitas que se realizarán «ordenadamente» debido a la peculiaridad del espacio y «cuando se den todas las condiciones» para disfrutar de una vista panorámica (es decir, no se ha dado plazo alguno...). Antes de la cesión, según lo explicado, «se ha pormenorizado y descrito todo el tipo de maquinaria y se ha valorado, aunque el precio importante es el valor emocional que tiene este reloj y este edificio para la ciudad. Todo eso se ha cedido gratuitamente y ahora nos va a corresponder el mantenerlo» (si bien tampoco se ha detallado tal coste).
Maquinaria original de 1948 «que necesita un 'reset'»
Una maquinaria que, precisamente, conoce bien José Luis Tomás San Román, su relojero durante años y que, además, lo seguirá siendo. Así, tal y como ha explicado pues ha estado presente en el acto, en la actualidad «se puede observar prácticamente la maquinaria original del año 1948, cuando se instaló», si bien a día de hoy «tiene sus desgastes y sus achaques».
Es por lo que ahora, y llegados a este punto, el profesional del gremio entiende que «necesita una restauración profunda de sus componentes tanto de lo que es la máquina como del sistema de carillón, y ya incluido todo lo que es el campanario con sus siete campanas».
«El reloj funciona 24 horas al día y, de alguna manera, llega el momento en el que hay que hacer un 'reset' para volver a funcionar. Creo que este es el momento en que el Ayuntamiento tiene que plantearse cuándo se hace ese 'reset' y cuándo vuelve a ponerse en servicio, pero siempre manteniendo el reloj igual que cuando se montó en el año 1948, es decir, sustituyendo aquellos componentes que así lo requieran pero respetando siempre los que fueron los elementos originales».
Será el Consistorio capitalino quien, a partir de ahora, decida qué y cómo se hace con estos «símbolos que son patrimonio inmaterial de la ciudad de Logroño y muy queridos por todos». El espacio y los bienes que forman parte de la torre se desglosan en: cuarto o torreón en planta ático de 29,69 metros cuadrados; reloj con su mecanismo; tambor con melodía de carrillón; conjunto de sonería de siete campanas; esferas de fachada; y sirena.
Previamente a la entrega de llaves, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Logroño aceptó el pasado 22 de mayo la donación por parte de Ibercaja Banco del citado bien inmueble, «que alberga el histórico conjunto de reloj, campanario y sirena».
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