

Secciones
Servicios
Destacamos
Nuria Gorricho tiene una tienda y la seguirá teniendo durante los próximos dos meses. De momento, está en plena campaña por el Día de la ... Madre, con carteles alusivos en los escaparates y en sus redes sociales, pero después colgará el 'Se traspasa'. Húchame Dinerito abrió sus puertas hace cinco años, allá por 2018. Su dueña siempre pensó que las huchas eran un producto para todas las edades y, desde luego, un comercio así no había. Primero se centró en las huchas en todas sus formas y tamaños, luego fue abriendo el abanico de la mano de los productos personalizados y, por fin, encontró en la figura del ratoncito Pérez un filón que no se esperaba.
La esquina del comercio, situado entre las calles Chile y con Vitoria, tenía un huequito elevado con plantas secas en el que primero colgó un belén que resultó una atracción. Fue a su marido a quien se le ocurrió colocar en ese espacio al señor Pérez, con su placa de calle y todo. Si es algún tipo de día especial, que si el de los enamorados, que si el del padre o la madre... se le equipa convenientemente. Después, pusieron a la venta pequeños señores Pérez, con la puertita de su ratonera, y con el nombre del afortunado/a receptor del regalo. «Ha habido veces que hemos vendido más ratones Pérez que huchas», cuenta Nuria Gorricho.
Dónde Nuria Gorricho tiene su negocio desde hace cinco años en la calle Chile 2.
Qué vende El establecimiento vende huchas de las formas más variadas y productos personalizados. Es popular su ratón Pérez.
Redes El establecimiento tiene presencia al menos en Instagram y en Facebook.
Cita varias de las dificultades que ha ido encontrando en el camino desde que comenzó. Desde el cierre de varias de las firmas de las que se abastecía, que le han hecho imposible localizar los modelos más llamativos de los que ponía a la venta en sus primeros tiempos, a los cambios de hábitos de muchos ciudadanos, modificados a raíz de la pandemia que, si antes aún le tenían cierto respeto a la compra por internet, ahora lo hacen sin descanso. Incluso no falta quien, aún yendo de tiendas, termina pidiendo el mismo producto con el ordenador.
Ella ha intentado aprovechar la red y el comercio' on line' en su beneficio, asegura, pero buena parte de lo que vende se rompe con cierta facilidad y sus clientes se ha encontrado hechos añicos buena parte de sus envíos. Ni la tradicional hucha de barro encuentra ya. No al menos del gusto de sus habituales. Y su tienda, sin ellas, no es nada, señala.
Porque también pasa que en el caso de los proveedores que sí conserva, los precios han subido de tal manera que no puede trasladar los aumentos a los productos de sus estanterías porque nunca los vendería. Los transformaría en productos de lujo, comenta ella, que, dice, había conseguido levantar un negocio, hacerse un nombre, que los clientes la prefirieran sobre otros establecimientos y poder competir así en un sector difícil... Su intención es que, después de Húchame Dinerito, el señor Pérez pueda quedarse en la esquina que ahora tiene, casi cual hornacina de santo, aunque reconoce que ya no estará en su mano. Cinco años. No pensó que fuera a durar tanto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.